La Policía Nacional de Vigo ha detenido a un hombre que fue sorprendido in fraganti robando en la vivienda de una mujer de avanzada edad el pasado 16 de abril. El acusado accedió al interior del domicilio a través de una ventana que se encontraba a una altura aproximada de 2 metros.

La residente fue quien llamó a la policía al percatarse de que había un hombre en el interior de la vivienda, al que sorprendió robando en su habitación. A pesar de gritar pidiendo auxilio y tratar de retener al ladrón, este consiguió zafarse de la mujer y escapar del domicilio, llevándose varias joyas y otros efectos.

Inmediatamente se inició un dispositivo de búsqueda del autor de los hechos gracias a la descripción física aportada por la víctima, localizándole rápidamente en una zona próxima al lugar. Aunque intentó deshacerse de las joyas sustraídas, los policías localizaron todos los objetos en la zona donde se detuvo al hombre, además del resto de los objetos sustraídos en la vivienda ocultos entre sus pertenencias.

Robos en un vehículo de reparto en Poio

El pasado día 19 de abril el Equipo EBIO de la Compañía de la Guardia Civil de Pontevedra detuvo a un vecino de Poio por la comisión de cuatro hurtos y un robo con fuerza en el interior de un vehículo. El autor de los robos había llevado a cabo el mismo modus operandi desde el 22 de marzo, desplazándose en su vehículo al centro comercial de A Barca, en Poio. Allí aprovechaba que los encargados de las furgonetas de reparto entraban al establecimiento para efectuar algún reparto para sustraer paquetes del interior del turismo que aún no habían sido entregados.

Las investigaciones llevaron a la identificación y detención del autor de los mismos in fraganti, cuando se encontraba sustrayendo un paquete del interior de una furgoneta de reparto. El detenido, que cuenta con antecedentes policiales, fue puesto en libertad en sede policial, pendiente de ser requerido por la autoridad judicial.

Con esta actuación se esclarecieron una serie de delitos que habían supuesto un importante perjuicio económico tanto a las empresas de reparto como para los propios repartidores, así como para las personas destinatarias de los paquetes.