El buque Ártabro atracaba este lunes en Vigo tras realizar una exhaustiva investigación submarina en Terranova (Canadá), donde hace quince meses naufragó el Villa de Pitanxo y perdieron la vida 21 marineros. Con ayuda de potentes sónares y dos ROV (vehículos operados remotamente), se han podido recabar más de 30 horas de grabación en las que "se ve perfectamente el barco y el aparejo: todo estaba intacto".
Así lo ha explicado esta mañana José Cubeiro, director general de ACSM Shipping, compañía contratada para llevar a cabo esta mediática misión submarina. El empresario, que ha asegurado que no ha sido la misión más compleja a la que se han enfrentado, ha reconocido que "se han superado las expectativas y se han mejorado los tiempos estimados" para llevar a cabo el trabajo, que tenía previsto acabar a finales de mes.
El buen tiempo y la rapidez a la hora de encontrar el pecio hundido, reconocía, han sido las claves para regresar al puerto de Vigo menos de un mes después de su partida con excelentes noticias para la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) y las familias de las víctimas, que podrán ver pronto resueltas muchas de sus dudas en torno al naufragio.
Misión de éxito
Cubeiro explicó a los medios que la expedición "fue tal y como estaba prevista", aunque mejorando los tiempos de trabajo gracias a las buenas condiciones meteorológicas. Tras salir de Vigo el pasado 17 de mayo y recoger a dos peritos en el puerto de Saint John’s, las coordenadas de la última posición del Villa de Pitanxo facilitaron muchísimo la labor del Ártabro.
Enseguida se localizó el pecio hundido, que estaba en la zona prevista a 740 metros de profundidad. "Estábamos prácticamente seguros de que era el Pitanxo y, una vez se confirmó con el sónar de barrido lateral, se dispuso todo lo necesario para bajar los ROV", explicó. A pesar de tener que esperar "un par de días" por el mal tiempo, la meteorología permitió que los robots bajasen pronto y pudiesen grabar imágenes "muy claras" de la estructura del barco hundido.
La visibilidad "excepcional" permitió comprobar que tanto el barco como el aparejo estaban "intactos", aunque no se encontraron restos humanos "porque ha pasado mucho tiempo". Con las más de 30 horas de grabación recogidas será la Ciaim la que analice las imágenes, que podrían arrojar luz sobre el siniestro ocurrido el pasado 15 de febrero de 2022. La Audiencia Nacional baraja actualmente dos versiones de lo ocurrido: el patrón y su sobrino afirman que se paró el motor de forma repentina, produciendo una escora que no pudo revertirse; y el tercero de los supervivientes asegura que el aparejo no pudo recogerse correctamente, embarrando en el fondo y produciendo dicha parada del motor, que derivó en una escora que acabó hundiendo el barco.
Por el momento no se puede conocer el contenido de dichas imágenes, insistió Cubeiro, puesto que se trata de un proceso judicial y tanto la empresa como los tripulantes del Ártabro han firmado un acuerdo de confidencialidad con la Audiencia Nacional. No obstante, ayer las familias de las víctimas transmitían a Treintayseis su esperanza y su entusiasmo tras el éxito de la misión, algo que han querido agradecer también a la capitana del buque de investigación.