El aviso del alcalde pontevedrés, Miguel Anxo Fernández Lores, no ha sido en vano: el actual Gobierno local recurrirá al artículo 197 bis de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) para vincular la aprobación de los presupuestos a una cuestión de confianza después de que estos hayan sido rechazados en el Pleno celebrado este viernes.

Los 11 concejales del Partido Popular han votado en contra de la propuesta presupuestaria del BNG y los cinco ediles del PSOE se han abstenido. Los ocho votos a favor del Bloque no han sido suficientes para sacar adelante las cuentas de 2024 (ascienden a los 94.730.000,00 euros), por lo que Lores ha convocado una Xunta de Goberno Local para presentar una moción de confianza que probablemente se debatirá el próximo día 8 de enero, según apunta Europa Press.

¿Qué quiere decir esto? Una vez convocada la cuestión de confianza, los miembros de la oposición cuentan con un plazo de un mes para presentar una moción de censura contra el Gobierno local y proponer a un nuevo candidato a la alcaldía. En caso de perderla, Lores se enfrentaría a salir del cargo, aunque de lo contrario los presupuestos quedarían automáticamente aprobados.

Inicio agitado de la sesión

La sesión plenaria de este viernes arrancó con una cuestión de orden y la suspensión durante 15 minutos de su desarrollo debido al ruido del patio de butacas del Teatro Principal, lugar donde se celebran los plenos del Concello de Pontevedra. El público presente, en su mayoría funcionarios municipales, empezó a corear a gritos "dictador" refiriéndose al alcalde. Además, portaban una pancarta que rezaba ‘Máis negociación. Menos imposición’.

Los grupos de la oposición criticaron la decisión de Lores de "vetar" el debate de sus enmiendas a los presupuestos, algo que "vulnera el derecho de participación ciudadana", protestaba el portavoz del Partido Popular, Rafa Domínguez. En el mismo sentido se pronució el portavoz socialista.

Ante el caldeado ambiente, el alcalde tuvo que hacer varias llamadas al orden para que se guardase silencio: "No van a convencerme para que les expulse, pero un poco de respeto a esta Corporación que fue elegida por los ciudadanos". Finalmente se suspendió el pleno 15 minutos y después se retomó sin más incidentes.

"Pactar, pactar y pactar"

El portavoz socialista Iván Puentes explicó durante el pleno su rechazo a los presupuestos, que calificó de "adoquines y cementos": "Estos cinco concejales del Partido Socialista no tenemos la falta de ética ni la necesidad personal de vendernos a sus caprichos". Puentes avisó a Lores de que "no le queda otra" que "pactar, pactar y pactar" y manifestó que ve en la actitud del Gobierno local "miedo y debilidad".

El PP, por su parte, ha justificado el voto en contra de su grupo en que "son unos malos presupuestos para Pontevedra", tildándolos de "continuistas" porque "van a contribuir a la decadencia de Pontevedra". Su portavoz, Rafa Domínguez, también cargó contra el PSOE, del que ha dicho que antes que apoyar a los populares "seguro que prefieren pactar con Bildu como han hicieron el día de ayer en el Ayuntamiento de Pamplona".

"El problema de los socialistas es que no te puedes fiar" porque "son los que ayudan a los corruptos, los que están con los delincuentes y, desde ayer, los que están con los asesinos", declaró el representante popular.

Finalmente, en su intervención, el concejal del BNG Raimundo González explicó que prorrogar una segunda vez los presupuestos supone "cuestiones muy graves" que "pondrían en riesgo muchísimas cosas", ya que "no se podría hacer ninguna inversión de las previstas" como los siete millones de los fondos europeos.

Así, ha lamentado la "sobreactuación" de los portavoces de la oposición, que "viven en una realidad que ustedes mismos confeccionan y autoalimentan", asegurando que es "netamente falso decir que no negociamos".