Si cada rincón de España tiene su propia forma de hablar, sus expresiones típicas y sus palabras singulares, Galicia no iba a ser menos, sirviéndose además en muchas ocasiones del gallego. Pontevedra, conectada a través del Camino de Santiago con infinidad de culturas desde tiempos inmemoriales, ha bebido de los visitantes y se ha ido construyendo su propia personalidad, alzándose como una villa acogedora y alegre.
No obstante, la Boa Vila ha ido formando su propio diccionario a partir de los términos acuñados por sus habitantes más arraigados, que disfrutan, por ejemplo, hablando con referencias urbanísticas. En el caso de Pontevedra, los vecinos no pasean ni quedan en una calle o una plaza llamándola por su nombre, sino utilizando el monumento que la presida: el Loro (Ravachol), la fuente de los niños, la isla de las esculturas, la pasarela... Son solo algunos de los ejemplos que hacen referencia a la calle Michelena, la Plaza de Compostela, la Illa do Covo o la calle 12 de Noviembre, respectivamente.
Además de esta singular forma de referirse a los lugares que componen la ciudad del Lérez, los pontevedreses han acuñado varios términos que se entienden únicamente dentro de las fronteras de la Boa Vila. Entre estos, destaca uno que, además, es polisémico: PTV. Con esta expresión, que responde a las siglas Pontevedra de Toda la Vida, se entiende que la persona a la que nos referimos es de familia pontevedresa desde hace varias generaciones.
Lo curioso de este término es su doble vertiente, puesto que puede ser un halago para algunos, que ven reflejado en él su linaje y su herencia vinculada a una ciudad; o una ofensa para otros, que ven aquí una forma velada de llamarlos snob.
Otros términos PTV
Volviendo a la orografía y la propia identidad urbanística de la ciudad, podemos hablar de los lombos, esosresaltos en la carretera instalados por el Concello para reducir la velocidad y que traen locos a los pontevedreses. Para los PTV, algo muy pequeño es una mincha, un término que curiosamente aparece recogido en el diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Durante las Fiestas de la Peregrina, o "las Peres", los pontevedreses "van a los cacharros" (a las atracciones de la feria instalada en la Alameda), tras lo que muchos acaban "destroyaos" (muy perjudicados por el alcohol). Durante el curso, los alumnos pontevedreses que faltan a clase dirán que "copan" o "hacen latas".