Publicada

Pontevedra es una ciudad repleta de historia y cultura, que invita a pasear por las calles empedradas de su casco antiguo peatonal para disfrutar, así, de todos los rincones plagados de relatos increíbles. Además de ser conocida por su buen clima, también destaca por contar con una oferta gastronómica deliciosa en la que destacan los productos frescos gallegos. En este sentido, hay una creencia popular que se suele pensar de Pontevedra que todo local de la ciudad rechaza por completo y hoy, en Treintayseis, te contamos cuál es. 

Los pontevedreses mantienen un fuerte sentido de identidad y orgullo por su ciudad. Sin embargo, hay una frase que suele causar revuelo y que muchos de ellos odian escuchar: "Pontevedra huele mal". Aunque puede parecer un comentario sin importancia, para los habitantes de esta ciudad es mucho más que eso. Te explicamos el motivo. 

La causa es la fábrica de celulosa

La frase de "Pontevedra huele mal" se ha convertido en todo un estereotipo que muchos habitantes de la ciudad encuentran molesto y pesado. Esta expresión nace de la presencia de una fábrica de celulosa (Biofábrica Ence) en la zona de la ría de Pontevedra, concretamente en Lourizán en la carretera de Marín. Este lugar siempre ha sido objeto de críticas por la contaminación y los olores desagradables que puede generar.

Este dicho de que la ciudad del Lérez no huele del todo bien, hay quien aclara que todo depende de cómo sople el viento. Es un síntoma más de los problemas de la contaminación. No obstante, los residentes del municipio encuentran un tanto cansina esta afirmación, pues aseguran que para nada hace justicia a Pontevedra por ser una frase que simplifica todas las ventajas y oportunidades que ofrece la ciudad tanto a locales como visitantes.

A la ciudad ya no se la identifica con la contaminación y el olor de las emisiones de Ence, sino todo lo contrario. Por eso, el descontento de la frase es comprensible dado que puede dar lugar a que muchas personas obtengan una percepción poco o nada adecuada de la ciudad, que destaca en términos de cultura, historia, paisajes, ocio, gastronomía, etcétera. Además, sus espacios públicos y peatonales han sido toda una modernización y transformación que se ha seguido en el resto de las ciudades gallegas, siendo Pontevedra la pionera

Cabe mencionar que, dada la contaminación que sufrió la ría de Pontevedra durante años, se ha saneado y acondicionado la ría y el río Lérez, así como sus alrededores.

La problemática de Ence, biofábrica de Pontevedra

La factoría de la Empresa Nacional de Celulosas (Ence) en Pontevedra ha sido debate durante décadas. La fábrica de celulosa de Pontevedra, Ence un año después, se instaló en el 1958 por el Instituto Nacional de Industria, sobre 612.500 m2 en la ría, en la carretera entre Marín y Pontevedra. Desde entonces, la Asociación Pola Defensa da Ría (APDR) lucha de forma incansable para lograr que Ence salga del territorio, denunciando los efectos negativos sobre el banco de marisco de la Ría y los recursos pesqueros, turísticos, económicos y forestales.

De hecho, Rajoy fue declarado por el Ayuntamiento en 2016 persona non grata, dado que durante su Gobierno en funciones concedió una prórroga de 60 años a la fábrica de celulosa.

De dónde proviene el nombre de Pontevedra

Son varias las teorías que giran alrededor del topónimo de Pontevedra, aunque hay una que es la más conocida por todo pontevedrés y visitante que se interese por la historia de esta ciudad. 

Toda aquella persona que visite la Boa Vila sabe que su "pontem veteram" (puente viejo) es de visita obligada, pues parece ser que el puente romano del Burgo es el que le concedió el topónimo que utilizamos hoy.  

Se dice que el puente se construyó por los romanos a causa del gran caudal del río Lérez que desemboca en la Ría de Pontevedra. Hay que recalcar que el puente de la actualidad no es el construido por los romanos, pero sí se encuentra en el mismo lugar. 

Otra teoría es la defendida por el lingüista Enrique Cabrejas Iñesta, un experto de la lengua que afirma haber descifrado la "escritura ibérica": la lengua de los iberos y los celtíberos. "En el nombre de Pontevedra no hay puente alguno", afirma en su estudio. Para él, el topónimo proviene de la frase en ibero "el mar de verde", aludiendo a las algas del Lérez. 

El lingüista afirma que "pontem veteram" es una mala traducción de los romanos. Cabrejas explica que la palabra Pontevedra se divide en tres núcleos que identifica con tres palabras iberas o celtas: ΠΟΝ (PON) es la palabra ibera "mar"; ΤΕ (TE) conjunción que significa "de"; y ΒΕΔΡΑ (VEDRA) es la palabra helena "verde".