Colección Edad Media en Pontevedra.
El Museo de Pontevedra posee una colección excepcional, en número y calidad, de obras cultural y/o cronológicamente valorables como medievales. Es también, sin duda, el conjunto de mayor entidad y valor de ese tiempo que atesora hoy un museo gallego no eclesiástico.
El origen de esta espléndida colección se encuentra en la fantástica labor de recuperación patrimonial llevada a cabo por la Sociedad Arqueológica de Pontevedra, presidida desde su fundación en 1894 por Casto Sampedro. Tuvo esta entidad su sede en una construcción medieval, los restos, popularmente conocidos como Las Ruinas, del viejo complejo monumental levantado en la ciudad por los dominicos a partir de los años finales del siglo XIV.
En ese mismo recinto recibió acomodo el museo que creó la Sociedad, desaparecida en 1937, y ahí también, incorporados en 1938 sus fondos al Museo de Pontevedra, se instaló lo que en principio se llamó su Sección Lapidar, ordenada y catalogada en 1950 por José Filgueira Valverde, su entonces director. Un total de 353 entradas se insertan en el sumario de esa sección que publicó en el Tomo V de la Revista del Museo. La mayoría, no todas, corresponden a piezas recogidas en su día por la Sociedad Arqueológica. Muchas, más de la mitad, deben adscribirse, por estilo y/o cronología, a la Edad Media, periodo al que pertenecían ya en ese año otras obras de carácter no “lapidar” y que se vio enriquecido con posterioridad en ambas direcciones, por medio de depósitos, donaciones y compras, con piezas de alcance y significación muy dispar, algunas excepcionales, todas de enorme interés tanto por lo que en sí son formalmente como por lo que enseñan o documentan.
Dos capítulos, el de la escultura y el de la pintura, serán comentados en este apartado, pues tanto las artes decorativas, muy bien representadas en las colecciones del Museo, como las citadas Ruinas, fechables en esencia en el tramo final de la Edad Media, son analizadas en los apartados correspondientes.