Mikel Gómez, un joven estudiante de Bilbao, decidió acudir el día 27 de octubre al instituto con falda. Como explica a través de su cuenta de TikTok lo hizo simplemente porque le apetecía, sin embargo, su acto tuvo como consecuencia una visita al psicólogo del centro (el orientador) en la que le cuestionaron su género. También le instaron a que quizás lo mejor era que se quitase la falda si tenía frío, algo que no se hizo con las chicas de la clase que también la llevaban.
Los hechos compartidos por el joven Mikel se viralizaron, dando lugar a que muchos estudiantes de toda España e incluso de algunos lugares del extranjero se uniesen a la causa llevando falda en los institutos. En la mayoría de los centros el movimiento ha tenido una muy buena acogida, sin embargo en otros, como en el IES de Tui, se ha amenazado a los alumnos con ser expulsados, según han relatado varios alumnos.
No es el caso del centro IES do Castro, en Vigo, donde los alumnos propusieron a su profesor y director, Luis Pérez, acogerse a la iniciativa y así lo hizo. Estudiantes y profesor fueron el pasado día 4 de noviembre con falda al instituto en el día convocado por otro usuario de TikTok.
Contra la homofobia a través de internet
La repercusión de lo ocurrido ha dado lugar a un profundo debate en redes. Los mensajes de apoyo se suceden, acompañados de algunos testimonios de aquellos que alguna vez se han sentido juzgados por su orientación sexual, aunque como el mismo Mikel asegura en otro de sus TikTok "No soy gay por llevar falda, soy gay por que me gustan los tíos".
Sin embargo, algunas personas y partidos políticos se han posicionado en contra o le han quitado importancia a este movimiento reivindicativo, provocando que el tema ya lleve más de una semana en el candelero.
Los usuarios se han unido a la causa a través del hashtag #LaRopaNoTieneGenero, ya que para algunos, asociar una vestimenta a una orientación sexual o a un género determinado ya está quedando muy atrás en pleno siglo XXI. Incluso alguna figura pública se ha posicionado al respecto, como ha sido el caso del cantante Luis Cepeda.
El papel crucial de las redes sociales en los movimientos reivindicativos actuales
Las redes sociales están cada vez más implantadas en la sociedad y son un factor clave en torno a todo lo que sucede en el día a día de las personas. Entre los más jóvenes, y los no tan jóvenes, suponen un lugar para hacer llegar sus quejas y llamamientos, algo que ha facilitado que movimientos como el de Mikel abarquen a un público muchísimo más amplio.
¿Por qué reivindicaciones en torno a temas como el de los hombres y las faldas, que llevan tanto tiempo siendo cuestionados, surgen con tanta fuerza a día de hoy? El poder de las redes es incuestionable, el fenómeno de lo viral, la fuerza y la facilidad con la que las nuevas generaciones se comunican supone un cambio social.
"Las nuevas generaciones tienen modelos de conducta o modelos de vida que son un reflejo de ellos mismos. Un adolescente, claro que se ve reflejado en los adultos, pero cada vez hay figuras más jóvenes con las que se sienten identificados", asegura Luis Pérez, director del IES do Castro.
Youtubers, instagramers, Tiktokers son las nuevas figuras mediáticas con las que los más jóvenes, los nacidos en la generación Z, se identifican, los representan y los hacen sentir entendidos. Aunque sean personajes desconocidos para gran parte de la población adulta, no son solo gamers con los que los hijos se ríen en sus directos de Twitch. Muchos, además de fuentes de entretenimiento representan unos valores de inclusión y respeto que calan en la población adolescente.
Los adolescentes han construído un espacio de solidaridad a través de las redes sociales. Han conseguido convertir los challenges virales en una acción reivindicativa a favor del feminismo, los derechos LGTB y la igualdad. Tienen acceso a mucha más información respecto a lo que pasa en el mundo y cómo esto afecta a las demás personas.
Aunque aún queda mucho trabajo por hacer y aún existen multitud de conductas nocivas en redes, en torno a temas como el acoso escolar, la cuestión ha avanzado mucho en los últimos años. Las nuevas generaciones están aprendiendo qué puede hacerse y qué no en estos lugares y las propias compañías tienen un control más eficaz de lo que sucede en estos medios, tratando de evitar la propagación de bulos y la desinformación. Aunque claro está que no siempre es posible.
"Las redes sociales son una herramienta que tienen los jóvenes y la saben usar muy bien", asegura Luis Pérez. A pesar de que las redes sociales pueden tener un lado dañino que hay que aprender a manejar y tratar con cuidado y respeto, lo cierto es que también permiten que algunos movimientos solidarios puedan tener un mayor altavoz global.