El proyecto Novaterra lleva un mes en marcha gracias a 19 socios europeos como centros de investigación, parques tecnológicos, empresas, instituciones gubernamentales y universidades de España, Portugal, Francia, Italia, Grecia y Bélgica. El fin de este proyecto es mejorar la sostenibilidad de sus plantaciones, mediante la búsqueda de nuevas estrategias para eliminar o reducir al máximo el uso de pesticidas tanto en el viñedo como en el olivo.
Este proyecto tiene por delante cuatro años de estudio con un presupuesto superior a los 5,5 millones de euros, más de 4,8 con cargo al programa Horizon 2020 de la Comisión Europea. Además de aportar soluciones para desarrollar productos naturales que protejan las plantas (biopesticidas y biocontrol), también se creará una plataforma de agricultura inteligente para una mayor precisión en la aplicación de los tratamientos. Se diseñarán nuevas técnicas de gestión del suelo y estrategias de biodiversidad funcional y robótica para la gestión de las malas hierbas con el fin de conseguir cultivos más sanos.
Las medidas de gestión del consorcio tendrán en cuenta las peculiaridades ambientales, sociales y económicas de las diferentes empresas y profesionales de la viticultura, adaptándose a las distintas regiones edafoclimáticas, lo que permitirá mejorar las estrategias del manejo integral de plagas. Las soluciones que se buscan con este proyecto internacional están alineadas con las necesidades actuales del mercado, la sensibilidad de los consumidores y la legislación europea.
Terras Gauda trabaja sus 160 hectáreas de viñedo desde la convicción de que en el terruño empieza la elaboración de sus vinos de marcada singularidad, plenamente identificados con el origen. Su filosofía prioriza la preservación del entorno y alcanzar una mayor sostenibilidad medioambiental. Este es el eje de su estrategia de I+D+i, lo que ha llevado a la bodega a participar en este ambicioso proyecto internacional.
“Los proyectos de investigación que tenemos en marcha están orientados a preservar lo que tanto aporta a nuestros vinos: el terruño, nuestra esencia. Mejorar su sostenibilidad es fundamental para Terras Gauda. En la actualidad, apostamos por compartir experiencias y conocimientos con bodegas y grupos científicos de otros países y latitudes. Nos parece muy interesante”, explica el director enológico, Emilio Rodríguez Canas.