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Muñecos hiperrealistas creados en Vigo: conoce a Lulitos Reborn

Bebés que parecen reales pintados desde el corazón por una pediatra; Lucía habla de sus tiernas creaciones

22 diciembre, 2020 06:00

Lucía Juncal trabaja como pediatra y reparte su tiempo entre el trabajo y sus hijos. Pero esta madre de familia tiene una afición fuera de lo común: pinta bebés reborn. A raíz de una petición de una de sus hijas, que los vio y quiso uno igual, nació Lulitos Reborn: la fábrica viguesa de estos curiosos muñecos hiperrealistas.

Estos bebés fabricados en silicona y vinilo estaban pensados para coleccionistas antes que para niños y niñas, quizás también por su precio (que sobrepasa los 500€ en el caso de los Lulitos) y la delicadeza del propio objeto. En el caso de los que pinta esta pediatra, son niñas las que se los suelen pedir, aunque también ha vendido a coleccionistas "y a alguna abuelita que vive sola y empieza a tener problemas de memoria, los bebés les sirven como terapia para seguir teniendo una rutina y no desorientarse tanto", explica su creadora.

Lulitos Reborn nació de la curiosidad

"El primero que pinté fue Sofía, la bebé de mi hija, hace un año y medio. Mi hija no se separa de ella, viene con nosotros de viaje y duerme con ella como si fuese un bebé de verdad: es parte de la familia", dice Lucía. La creadora de estos curiosos "muñecos" cuenta que las niñas son conscientes de que no son bebés reales, pero tampoco son muñecos al uso. "Los cuidan como si supiesen que son una pieza de artesanía, no van al cajón de los juguetes con todo lo demás, son un objeto delicado y las niñas suelen tratarlos como tal", cuenta Lucía Juncal.

Lucía dice que empezó pintando ese bebé y le cogió gustillo, ha hecho muchos cursos y sigue formándose cada día para perfeccionar su técnica. "Requiere tener mano pero también exige conocimientos específicos, ahora está todo un poco parado y no puedo seguir aprendiendo al ritmo que me gustaría, pero la técnica es muy importante". Ella tiene su estilo, su forma de pintarlos, y reconoce ser muy perfeccionista.

Bebés dulces y casi de verdad

Los Lulitos son bebés muy realistas, con extremidades y cabeza de vinilo y silicona y un cuerpo de tela que permite que tengan movimiento. "El cuerpo se puede adaptar y suelen pesar como un bebé de verdad, puedo hacerlos más o menos pesados, pero suelen estar en los tres kilos", afirma Lucía.

Su estilo es dulce, pinta bebés de rasgos suaves porque es lo que le suelen pedir. "Todo empieza con una entrevista, las niñas piden un tipo de bebé y escogemos el modelo que más les guste". Se puede elegir el tono de piel, el sexo del bebé, el color de ojos, si los tiene abiertos, el color del pelo… Ella los pintará y los vestirá como la clienta haya decidido a partir de un muñeco que esculpe otra fabricante.

Tarda sobre unas 30 o 40 horas en acabar de pintarlo, dependiendo de lo que pueda dedicarle al día, acabará antes o después. "Compagino esto con mi trabajo, sigo ejerciendo como pediatra, y soy madre de tres niños, no siempre puedo dedicar ocho horas al día a pintar".

Lulitos Reborn

Una vez el proceso de creación termina, envía a toda España, aunque en muchas ocasiones son los clientes los que van a recoger al bebé a su taller. "Envío al Lulito en una caja, vestido con la ropa que se ha elegido, un chupete con su chupetero, body y pañal, un pijamita, un biberón y un peluche. Intento que lleven todo lo que un bebé de verdad llevaría", afirma Lucía, que también incluye en la cajita un certificado de nacimiento, otro de autenticidad y una hoja de cuidados.

Ahora mismo Lucía confiesa que tiene encargos para todas las fiestas, ya está preparando con mimo los bebés que "nacerán" el próximo día de Reyes. "Cuando empecé imaginaba que gustaría, pero estoy sorprendida con la acogida que están teniendo los Lulitos, porque tengo la agenda completa hasta junio del año que viene".