Con el objetivo de poner freno al avance en los contagios que siguen disparados en Vigo, este fin de semana, el Concello y la Autoridad Portuaria decidieron cerrar, de manera preventiva y disuasoria, los puntos más frecuentados del centro para hacer botellón. Un dispositivo que, en colaboración con la Policía Local y Nacional y los hosteleros de la ciudad, resultó "muy bueno", en palabras del alcalde de Vigo, Abel Caballero.
Esta mañana, el regidor se ha reunido con los representantes de los hosteleros para analizar el comportamiento del fin de semana. Una reunión a la que han asistido César Ballesteros, presidente de Feprohos, y representantes de la Asociación de Comerciantes do Casco Vello, de Hostalería Churruca, de Zona Náutico y del ocio nocturno.
Con la mirada puesta en la reunión del comité clínico de este martes y la posible toma de decisiones en cuanto a las restricciones que se tomen, el jueves 15 de julio volverán a juntarse Concello y hosteleros para analizar las medidas a tomar el próximo fin de semana, aunque el éxito del dispositivo de estos últimos días, asegura el regidor, se verá reflejado "en los próximos 10 días".
Caballero ha destacado la actuación de los hosteleros y del ocio nocturno, con "cientos de locales que supieron gozar del ocio de forma controlada". A pesar de que se pudo controlar el botellón, la Policía Local y Nacional tuvo que hacer "seguimientos y vigilancia intensa" en varios puntos de la ciudad.