La plantilla de Vitrasa se concentró este sábado y domingo en O Marisquiño, coincidiendo con las últimas jornadas de huelga. El domingo se sumaron, además, la CIG y CC. OO. de Urbanos de Ourense —también del Grupo Avanza—. El comité de empresa de Vitrasa comenzó la huelga el día 3 de agosto con el fin de denunciar los incumplimientos del convenio colectivo, que duró los días 3, 6, 7 y 8.

Vitrasa aseguró unos servicios mínimos durante los días de huelga. Foto: Treintayseis Treintayseis

Para los trabajadores de la empresa de transporte público es de especial gravedad el inmovilismo del Concello ante los incumplimientos por parte de Vitrasa. Desde el impago de los salarios hasta un servicio deficiente con pasajeros en las paradas —teniendo autobuses sin mover en las cocheras—, también influenciado por los aforos reducidos por las medidas del Covid.

Varias concentraciones

El pasado viernes, 6 de agosto, a la mañana la plantilla se concentró delante del ayuntamiento, coincidiendo con la segunda jornada de huelga. Recalcan que la prestación del servicio es insuficiente y los conductores están saturados.

Personal de Vitrasa concentrado ante el Ayuntamiento de Vigo. Foto: EP / CIG EP / CIG

Imanol Arnoso, el presidente del comité de empresa, denuncia la "dejadez" de Abel Caballero, a quien han solicitado una reunión para abordar la situación —todavía sin respuesta—. La empresa considera que el ayuntamiento, como adjudicador de la concesión, debe exigir una solución cuanto antes.

El comité valorará en futuras juntas qué pasos dar. Así, Arnoso señala que esperarán al comienzo del curso escolar en septiembre. "Si de las reuniones no sacamos nada en claro continuaremos con las movilizaciones", y avisa, "que podrán ser paros parciales o huelga general".

Incumplimientos del convenio

El personal considera que no se puede permitir el quebrantamiento del contrato de concesión. Las infracciones que señalan van desde las jornadas excesivas que llegan hasta 10 horas seguidas al volante, falta de descanso y estrés durante la conducción. Además, entre las quejas está la negativa de la dirección a negociar un convenio que está caducado.

Por otro lado, en el último semestre los trabajadores de Vitrasa denuncian dos atrasos en el pago de las nóminas. Ante todas estas reclamaciones, la empresa concesionaria responsabiliza al concello de Vigo y urge una pronta solución.

Con todo, Vitrasa consideraba la huelga como desproporcionada y que es una medida que "no atiende a razón". Destacó que trabaja para garantizar un servicio seguro y de calidad. Según la empresa, el parón "no beneficia a nadie".