Con el cierre de los locales nocturnos a las 3 de la madrugada, la calle de Pontevedra se convirtió este viernes en un hervidero de jóvenes que comenzaron a causar destrozos en el mobiliario urbano.
Peleas, cánticos, vehículos dañados y contenedores volcados hicieron saltar las alarmas entre los vecinos de la zona, que pidieron la presencia de las autoridades para terminar con el tumulto.
En una operación conjunta, Policía Local y Nacional enviaron seis patrullas para desalojar a los jóvenes de la calle Pontevedra que lanzaron cánticos contra los cuerpos de seguridad.
La Policía Local señala que varios grupos separados del tumulto colocaron vallas de obra para obstaculizar la circulación en las calles Rosalía de Castro e Inés Pérez de Ceta. Finalmente, fueron apartadas por los agentes.