"Imagina que cuando acabas tus estudios de bachillerato te preguntan si quieres ser carpintero o jardinero: ¿no querrías tener más opciones?" Jana Maguna es una joven profesora de primaria que, en su tiempo libre, trabaja "desde siempre" con la Fundación IgualArte. Tras años de colaboración con la fundación, que forma a niños y jóvenes con diversidad funcional en disciplinas artísticas, Jana ha decidido emprender su propio proyecto de formación.
La escuela Variopinto es un centro en el que se ofrecerá a las personas con diversidad funcional una alternativa a las profesiones a las que se suelen dedicar. "Hay muchos cursos de formación profesional, pero es cierto que casi todos se centran en lo mismo: ¿cómo te sentirías tú si solo tuvieras dos o tres opciones en el mundo laboral? Tienes que poder elegir por vocación, ellos también quieren hacerlo como lo hace todo el mundo".
Así, Variopinto es una "pata de IgualArte", con la idea de crear un centro especial de empleo en el que llevar a cabo la formación para ser auxiliares de monitores y monitoras de ocio y tiempo libre. "La suerte", dice Jana, "es que al llevar años formándose en arte ya tienen el camino recorrido". Del mismo modo que los directores de la Fundación IgualArte, considera que "el arte es un derecho que nos pertenece a todos, que nos ayuda a conocernos y a descubrir nuevas facetas siempre desde una perspectiva lúdica, sirviendo de motor para el desarrollo de experiencias sensoriales, físicas y emocionales".
El pequeño comienzo de algo grande
Variopinto, dice Jana, surgió de una forma muy natural. "Algunos de los chicos de la Fundación nos habían contado que querían trabajar con niños y este verano decidimos darles la oportunidad de hacerlo. Juntamos a los que sabíamos que podrían interesarse y nos pusimos manos a la obra". En julio, de hecho, el Concello de Moaña contrató a Variopinto para participar en uno de los campamentos urbanos del municipio. "Fuimos a hacer talleres de teatro, de música y baile y la experiencia fue buenísima".
Tras esta primera experiencia establecieron su local y comenzaron a formar a los nuevos monitores de ocio y tiempo libre, que son personas con diversidad funcional con muchas ganas de trabajar. "Variopinto está formado por monitores y monitoras, que cuentan con personas con diversidad como auxiliares", explica Jana, que también habla de la posibilidad de que estas personas trabajen solas en los eventos.
"Lo que buscamos es que la inclusión sea plena, trabajaremos para niños y niñas con y sin diversidad", dice. De hecho, ya tienen contrataciones para estos próximos meses, tanto para eventos privados como para realizar talleres con familias o grupos más grandes. "Todo lo que hagamos tendrá al arte como protagonista: a ellos les empodera el arte y llevan años formándose. En nuestro equipo hay acróbatas, bailarines, músicos, diseñadores…"
Pioneros y valientes
Jana es, sin duda, una pionera con muchas agallas. "Creo firmemente en este proyecto tan innovador, tan inclusivo, de personas para personas". Ella considera importantísimo que los niños y niñas vean desde pequeños cómo las personas con diversidad los pueden guiar en cualquier actividad, así como ayudarles en lo que necesiten. "Este tipo de iniciativas hacen que cambien la mirada, que es algo muy necesario", asegura.
"Soy también maestra de primaria y veo cómo las familias y los maestros se preocupan porque los niños aprendan matemáticas o no sé cuántos idiomas, dejando los valores más en la sombra", lamenta. Por eso ella ha decidido emprender un proyecto único en el que los valores "realmente se aprenden y entienden en la práctica: viviéndolos y palpándolos". El objetivo de Variopinto, dice, es conseguir una sociedad más plural, "pues solo así será una sociedad rica".
Por el momento, el equipo está preparándose con mucha ilusión y con varios proyectos en el horizonte. "Ellos mismos me dicen muchas veces que quieren demostrarle a las personas que pueden trabajar y hacerlo bien", dice Jana. "Solo escuchar eso es el impulso necesario para intentarlo todo".