El comité de empresa de Vitrasa, empresa concesionaria del servicio de bus urbano de Vigo, anunció la pasada semana que retomaría las protestas por el incumplimiento del convenio, por lo que se han convocado paros parciales que tendrán lugar de lunes a viernes (excepto festivos) a partir de hoy lunes 4 de octubre.
Según han anunciado, los servicios mínimos estarán disponibles en las franjas horarias de los paros convocados: de 7:30 a 9:30, de 13:00 a 15:00 y de 19:00 a 21:00 horas, de lunes a viernes. Por el momento, además, se advierte que los paros se seguirán haciendo de forma indefinida si la empresa mantiene su posición.
Todas las líneas se han visto afectadas por esta nueva convocatoria de huelga, de la que se garantizan unos servicios mínimos que se pueden consultar en la web de Vitrasa.
Denuncian precariedad laboral
La CIG, en representación de los trabajadores, reclama una reducción de la jornada anual para los conductores, que se regule el descanso diario y se permita el disfrute de vacaciones en período estival.
El comité ha vuelto a denunciar que, actualmente, los trabajadores están padeciendo jornadas de 10 horas, con "tiempos de recorridos imposibles de cumplir", y con la dificultad añadida de la gran cantidad de obras que hay en Vigo, que incrementan los tiempos en las rutas y los niveles de tensión y estrés en los conductores.
Por otra parte, han denunciado incumplimientos del convenio por parte de la empresa en lo relativo a los horarios de entrada y salida, horas de comida, retrasos en las nóminas o vulneración de otros acuerdos. "Por no hablar de los requerimientos de la Inspección de Trabajo, que la empresa se niega a cumplir", han alertado desde el sindicato.
La CIG también denuncia que hay puestos de trabajo estructurales que son cubiertos por personal eventual, "precarizando la contratación y generando inseguridad". Así, han explicado que hay más de 60 empleados eventuales "rotando en pequeños grupos, sin una solución y que, al cabo de seis meses, se van a la calle durante un año y medio".
El convenio colectivo de Vitrasa lleva caducado desde 2020 pero, según la CIG, la empresa se niega a negociar un nuevo acuerdo, escudándose en la inseguridad jurídica y el descenso de ingresos motivados por la pandemia de Covid. Todo ello, "a pesar de tener una cláusula de reordenación económica que cubrirá las pérdidas generadas" a la que ya se recurrió dos veces (con inyecciones de fondos por parte del Ayuntamiento).