A las 1:59 horas de la madrugada del 4 de diciembre, una patrulla de la Policía Local de Vigo recibió aviso de la Sala Operativa del 092 para trasladarse a la calle Antonio Elio de Nebrija. Una vez en el lugar, atendieron a un varón que estaba tumbado y que no reaccionaba a estímulos.
Los agentes lograron despertarle, observando cómo trataba de levantarse, pero no logrando mantener la verticalidad. Al moverse se le cayó un dispositivo móvil, que no estaba bloqueado, y en la pantalla de marcación rápida aparecía el nombre de su madre. Así, contactaron telefónicamente con ella para averiguar sus datos.
La mencionada les informó de que se trataba de J. Q. D. H, de Venezuela y 17 años de edad, informado que estaba emancipado, y viviendo en un piso compartido.
Solicitaron una ambulancia para su asistencia y el individuo comenzó a amenazar a los agentes de gravedad. Una vez la ambulancia en el lugar, los técnicos sanitarios intentaron introducirle en el vehículo lográndolo con dificultad.
En este momento, le solicitaron sus datos, dando unos que no se correspondía con los aportados por su madre, y bajando al instante de la ambulancia. Los agentes trataron de convencerle para que permitiera a servicios médicos atenderle y evaluarle, comenzando a bracear a empujar a uno de ellos y a amenazarles nuevamente de gravedad.
Los agentes trataron de tranquilizarlo, si bien, cada vez se mostraba más agresivo, viéndose en la obligación de inmovilizarle, y teniendo finalmente que proceder a su detención por un delito de atentado, desobediencia y amenazas.
Fue trasladado al hospital Álvaro Cunqueiro debido a que, por su estado y para tratarle, era necesario efectuar un análisis de sangre y de orina, quedando custodiado.