La concejal de Marea de Vigo, Oriana Méndez, que mantuvo ayer por la tarde una reunión con varias de las personas afectadas, recuerda que "la cultura de base tiene que promoverse y protegerse desde el Ayuntamiento, no maltratarse, que es lo que se está haciendo". Un maltrato, según Oriana Méndez, traducido en una falta de apoyo "que llevó a la disolución de algunas de esas bandas porque el alquiler de un local de ensayo privado está en 10€/hora". Un grupo que quiera ensayar dos horas a la semana tiene que desembolsar 80€ al mes, "algo inasequible para mucha gente joven que utilizaba Vigosónico", matiza.
Para Marea de Vigo es especialmente grave dada el alta demanda que existió desde el primer día: "había hasta lista de espera para los locales de ensayo, ya que eran los únicos locales de ensayo municipales en toda la ciudad, porque los anteriores espacios juveniles (en el Castro y en la Casa de la Juventud) habían sido ya clausurados por el gobierno de Abel Caballero".
Vigosonico cerró en marzo de 2020 a causa de la pandemia aunque después, cuando todo comenzó progresivamente a abrir con las debidas medidas sanitarias, "Vigosónico nunca lo hizo", lamenta la concejala. "Desde el Ayuntamiento se tardó 8 meses, es decir, hasta noviembre de 2020, en responder a las llamadas reiteradas de los usuarios para poder entrar a recoger sus instrumentos, y para cuando pudieron entrar, muchos estaban ya estropeados por la humedad".
Así, pedirán al Concello que vuelva a abrir estas salas de ensayo de manera inmediata, una petición que también se ha hecho desde la plataforma creada por los afectados, Grupos de Vigo en Loita.