El alcalde de Vigo puso esta mañana la primera piedra de las obras de la segunda fase de las rampas de la Gran Vía, que va desde la calle Venezuela hasta Plaza de España. Será una actuación de dos cintas mecánicas con una longitud de 150 metros. El tiempo estimado para finalizar las obras es de 8 meses.

El presupuesto es de 4.234.000 euros, parte de ellos solicitados a los fondos Next Generation IU del ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. En la primera fase fueron 5.500.000 euros, financiados a través de un proyecto Edusi, por lo que el total de la Gran Vía son "cerca de 10 millones de euros", cifró el regidor.

Las cuestas contarán con pavimento descontaminante y un nuevo jardín botánico, tanto en el interior como en el exterior, tendrán sistema de ahorro energético y capacidad para transportar a 7.300 personas cada hora: "Emisiones de gases de efecto invernadero, cero. La energía de la ciudad de Vigo es toda renovable, por lo tanto cero emisiones y una movilización continua", subrayó Caballero.

Además de las rampas, la humanización de la Gran Vía tendrá nuevas tuberías de saneamiento, abastecimiento y pluviales, nueva red soterrada de servicios (iluminación, semáforos…), nuevos pavimentos y aceras de granito, nuevo mobiliario urbano, nueva señalización, red semafórica, iluminación y dotación de innovación tecnológica.

El alcalde recordó los reconocimientos por las rampas de la Gran Vía como el premio de la Semana Europea de la Movilidad Sostenible que otorga el ministerio para la Transición Ecológica; el premio al Proyecto del Año 2021 de la publicación Elevator World en el que Vigo es galardonada junto a otras iniciativas de movilidad en Melbourne, New York, Jerusalén o Hong Kong; y el Access City Award de la Comisión Europea por el proyecto Vigo Vertical, que sigue sumando ascensores, rampas y escaleras en la ciudad.