VIGO, 12 May. (EUROPA PRESS) –

Agentes de la Policía Local de Vigo han identificado y denunciado a una pareja, D.A.G. de 58 años de edad e Y.R.R. de 45 años, que fueron interceptados dos veces en un plazo de poco más de 24 horas, por hurtar un bolso y un móvil al descuido en zonas de copas del centro de la ciudad.

La primera intervención tuvo lugar en la madrugada del pasado viernes, cuando una patrulla fue abordada en la calle Carral por una joven que denunció haber sido víctima del hurto de su bolso en un local de ocio. Además, la chica tenía sospechas de una pareja y aportó su descripción.

Cuando estaba hablando con los agentes recibió en su teléfono una notificación de la aplicación de su entidad bancaria, que le informaba de que se había hecho un pago con cargo a su tarjeta en un establecimiento próximo.

Al acercarse a lugar, sorprendieron a los sospechosos saliendo y comprobaron que el varón llevaba una cartera con documentación a nombre de una mujer que no era la que estaba con él, mientras que su acompañante portaba una tarjeta bancaria a nombre de la chica que había requerido a la Policía.

Según explicaron a los agentes, se dirigían en taxi a Arcade y habían hecho una parada para hacer una compra. De hecho, en el punto se presentó el taxista para llevarle al sospechoso su chaqueta, y al registrarla, los agentes encontraron una caja de maquillaje que pertenecía a la víctima del hurto.

También comprobaron que tanto el servicio de taxi como las consumiciones en el establecimiento del que salieron fueron pagadas por la tarjeta de la requirente. Finalmente, la pareja reconoció que le habían hurtado el bolso y que lo habían tirado bajo un coche en la calle Heraclio Botana.

Segunda intervención

La segunda intervención tuvo lugar en la madrugada del sábado, cuando varias patrullas que estaban haciendo labores de control en la zona de Inés Pérez de Ceta y calle Pontevedra recibieron un aviso por la sustracción de un teléfono móvil en esa zona.

Los policías observaron a una pareja en actitud sospechosa. Se trataba de las dos personas denunciadas por hurto la madrugada anterior, y que estaban deambulando mezclados con la multitud.

Al percatarse de la presencia policial, se separaron. Para intentar despistar a los agentes, el hombre se colocó una cazadora y la mujer cambió de rumbo hacia el lado opuesto de la calle.

A continuación, el varón se agachó y dejó un teléfono móvil en el suelo, en la esquina de las calles Pontevedra y Rosalía de Castro. En ese momento fue interceptado e identificado, al igual que su pareja, mientras que el teléfono fue recuperado y devuelto a su propietaria.