La construcción de una urbanización y una residencia de la tercera edad en el número 91 de la calle Tomás Alonso, un proyecto que se acompañará de la instalación de una gasolinera, ha provocado la indignación de los vecinos de la zona, que solicitan que se modifique la normativa que regula la distancia mínima que tienen que tener las gasolineras de estas edificaciones.

Según recogen en una petición que han puesto en marcha en change.org, actualmente está permitido construir a partir de una distancia de "tan solo 4 metros y sin ninguna limitación en cuanto a la exposición de niños, enfermos y ancianos".

En este caso, la concesión que ha recibido la empresa Alvioil por parte del Concello en el cruce con el Camiño dos Esturáns sitúa a la gasolinera "a menos de 100 metros de distancia de una escuela infantil y de una residencia de ancianos de próxima apertura, así como en las inmediaciones de un centro sanitario, un colegio y otra futura guardería", además de que la distancia con el edificio de la promoción de Avantespacia en Tomás Alonso "será mínima".

Los vecinos ponen de manifiesto estudios sobre las cantidades de benceno emitidas por las gasolineras, una sustancia catalogada como cancerígena, además de lo que supondrá para la zona el aumento de tráfico, ruido y emisión de gases procedentes de los vehículos. Una gasolinera que, señalan, no es necesaria al haber actualmente una "a 700 metros" y una segunda "a poco más de 1 kilómetro".

Por lo tanto, solicitan al Concello que modifique la actual normativa siguiendo el ejemplo de ciudades como Barcelona, Alicante o Sevilla, que " han regulado para alejar las gasolineras de las edificaciones, aumentando la distancia mínima, especialmente en caso de colegios o centros sanitarios".