Hace unos meses, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, anunció una medida ante el aumento del coste de vida y la inflación destinada a las familias: la concesión de una ayuda de 205 euros para sufragar los gastos de los libros de texto para todos los niños que estudien en un colegio público de la ciudad. Una beca sin requisito de renta —algo criticado por otros partidos— de la que se beneficiarían alrededor de 25.000 estudiantes.
Sin embargo, la puesta en marcha de los trámites para solicitar la ayuda ha suscitado cierta polémica entre algunas familias. El requisito imprescindible para la concesión de la ayuda es estar escolarizado en un centro educativo de Vigo, no el estar empadronado en la ciudad. Así, ciertos padres se han encontrado con el impedimento de no poder pedir la ayuda porque, aunque sus hijos son vigueses, estudian en colegios de fuera del municipio.
Ante esto, las familias afectadas han presentado un recurso de reposición ante la Junta de Gobierno local en contra de las bases de la convocatoria, que tachan de "discriminatoria". El regidor vigués, Abel Caballero, preguntado por esta cuestión esta mañana en rueda de prensa, ha afirmado que hablará con esos padres y madres: "Creo que deberían tener también esa ayuda".
Caballero ha expuesto que "la ley no me permite excluir a ningún niño porque no esté empadronado en Vigo" y que es por tanto obligación legal del Concello conceder la beca a los estudiantes de los centros vigueses. "La idea sería dársela a los niños de Vigo", reconoce el alcalde, quien también admite que "la ley dificulta otorgar las ayudas a niños de Vigo que estudian en otros municipios".