Rozaban las 00:00 horas cuando el pasado 25 de febrero la Policía Local avistó un vehículo circulando por la calle Ferrería. Como era una zona restringida para residentes, los agentes se dirigieron al conductor del turismo para verificar si tenía la credencial correspondiente. Lo que comenzó en ese momento fue una fuga de lo más surrealista.

El aludido dejó el coche en medio de la calle y abandonó corriendo el lugar para entrar en una vivienda de la calle Cruz Verde. La policía verificó los datos del titular del vehículo y descubrió que pesaba sobre el conductor una orden de búsqueda de detención e ingreso en prisión, dictada por el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo.

Así, los agentes se dirigieron al inmueble donde se había dirigido el varón y escucharon un estridente sonido: había saltado desde el balcón de su casa, que se trataba de un tercer piso, al tejado de uralita de un trastero. Posteriormente, se introdujo en una arqueta del inmueble colindante, concretamente en una cámara de aire del subsuelo, donde trató de ocultarse.

Este dato se conoció una vez estableció el operativo de búsqueda, cuando fue localizado por un policía en el lugar mencionado. Uno de los agentes tuvo que introducirse por el angosto espacio de entrada para sacarlo al exterior. Resultó ser D.L.R, vigués de 28 años de edad. Fue detenido en cumplimiento del mandato judicial que pesaba sobre él.