La calle Oporto se vio colapsada y cerrada al tráfico durante casi media hora, desde las 20:30 horas, con camiones de bomberos, coches de la Policía Local y una ambulancia. Un despliegue que llamó la atención de los vecinos, que abarrotaron ventanas y balcones de los edificios, y de decenas de curiosos que se aglutinaron en la acera al ver el operativo.

Las sirenas de los bomberos sonaron hacia las 20:30 horas y dos camiones se plantaron antes del cruce con García Barbón, acompañados de una patrulla de la Local. De los camiones, bajaron varios bomberos pertrechados con mochilas mientras los agentes de Policía cortaban el acceso a la calle desde la rotonda que une Oporto con Rosalía.

Cuatro bomberos y un par de Policías accedieron al portal del número 28, mientras vecinos y curiosos buscaban la razón de la llamativa intervención, como el humo en una ventana u otro tipo de señal de peligro; pero nada. Tanto bomberos como agentes salieron del portal del mismo modo que entraron, tras unos minutos de desconcierto general y de hacer acto de presencia una ambulancia con las luces encendidas.

Falsa alarma

Según ha podido saber Treintayseis, todo se trató de una falsa alarma, una confusión que derivó en un operativo tan llamativo. Una vecina del edificio habría apretado el botón rojo de su medallón de urgencias sin querer y, al tener la llave metida en la cerradura desde el interior de su casa, no se podía acceder al piso.

De ahí que acudiesen bomberos y Policía, para poder entrar y que se pudiese auxiliar a la anciana que, finalmente, no estaba en peligro ni en riesgo.

Poco antes de las 21:00 horas, el operativo comenzó a retirarse hasta que la calle Oporto recuperó la normalidad tras una falsa alarma.