Un hombre acusado de haber agredido sexualmente a su nieta, y que se enfrenta a 15 años de prisión, ha negado este miércoles los hechos, en el juicio celebrado contra él en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo.

Según ha informado Europa Press, los hechos juzgados ocurrieron en julio de 2019, cuando la menor estaba a punto de cumplir 11 años. El abuelo convivía de forma temporal en casa de su hija, y coincidía eventualmente con su nieta en la misma vivienda (la niña vivía entonces con su padre, que tiene su custodia, y visitaba periódicamente a su madre).

Fue en la vivienda de la madre donde supuestamente tuvo lugar la agresión sexual y donde el abuelo estaba residiendo tras haberse separado de su pareja. El acusado, según ha declarado, dormía en el sofá y "nunca" iba a la habitación de la niña, salvo para coger alguno de sus enseres, que estaban en ese dormitorio, o para cambiarse, siempre en ausencia de la menor.

La Fiscalía señala que, la noche antes del 11 cumpleaños de la niña, el abuelo entró en la habitación para cambiarse cuando ella estaba acostada y, aunque la menor se volteó para darle la espalda a su abuelo, éste le preguntó si quería que se acostara con ella. La niña, sin sospechar las intenciones del acusado accedió, pero éste comenzó a toquetearla, besarla y se puso encima de ella. La víctima logró zafarse y se fue al baño, aunque su abuelo la esperó y, según la acusación, cuando salió del baño la forzó y la agredió sexualmente, llegando a penetrarla.

La menor tardó meses en contar lo ocurrido, primero a una tía y luego a su madre, en diciembre de ese año, pero no relevó que su abuelo la había violado, sino solo los toqueteos, y se negó a denunciar. Fue meses más tarde, cuando admitió la agresión en un charla en su instituto con motivo del 8 de Marzo, por lo que el centro se puso en contacto con sus progenitores, y el padre interpuso denuncia en Comisaría.

La Fiscalía pide que el acusado sea condenado a la pena de 15 de años de prisión y que se le prohíba aproximarse a su nieta o comunicarse con ella por un período de 25 años. También reclama que la indemnice en 8.000 euros.