Unas luces de colores deslumbraron anoche la ciudad de Vigo. No se trataba del alumbrado navideño, que ya empieza a asomar desde este martes en las calles, sino del Halo, el monumental ascensor que se alza en la calle Serafín Avendaño y que conectará el entorno de García Barbón con la zona de Vía Norte. Los trabajos de construcción están a punto de finalizar y ya se ultiman los detalles.
La iluminación nocturna del Halo permite imaginar a los vigueses cómo será la puesta en marcha de esta esperada infraestructura, que ha supuesto una inversión de más de 15,7 millones de euros. La cifra es el resultado de varios sobrecostes aprobados durante el desarrollo de las obras, cifrados en unos 3,2 millones de euros.
La última modificación de crédito anunciada (una partida de 2 millones de euros) se llevó a cabo por la "inaplazabilidad del gasto", para evitar la paralización de la obra, el retraso en su entrega o, en el peor de los casos, tener que frenar los trabajos y volverlos a contratar en 2024. Así, lo más probable es que se concluya el Halo durante el mes de diciembre; los trabajos en la zona mantienen cerrado el túnel de Lepanto hasta el 17 de noviembre.