A lo largo de los últimos 31 días, la lluvia no ha dejado de caer en Vigo; con más o menos intensidad y más o menos presencia, pero el paraguas se ha hecho un compañero imprescindible de todo aquel que saliese de su casa.
El largo veranillo de San Miguel dejó un arranque de octubre con temperaturas veraniegas, pero con la llegada del Puente del Pilar, el otoño cayó sobre la ciudad con fuerza. A pesar de que las temperaturas se mantuvieron altas para la época del año, el día 14 de octubre fue el último en el que el suelo no se mojó; a partir del 15, la lluvia no ha dejado de caer.
Las borrascas provocaron que este pasado mes de octubre fuese el más lluvioso de los últimos 40 años, y la secuencia de borrascas prolongó los chubascos en el arranque de noviembre, con especial incidencia en el primer día del mes.
Los datos de Meteogalicia corroboran la incidencia de la lluvia: se han recogido casi 700 litros durante estos 31 días según la estación meteorológica situada en el centro de la ciudad y el día en el que la lluvia ha dado una pequeña tregua ha sido este pasado domingo, que tiene el registro más bajo de este mes de chubascos ininterrumpidos.
El récord de días seguidos con lluvia es de 36, que ocurrió en el año 2006. Pero parece que, por poco, este 2023 no alcanzará esta cifra; según las previsiones meteorológicas, el viernes se pondrá fin a esta racha lluviosa. En Aemet, el porcentaje es de un 30% las primeras 12 horas del día y de un 5% las 12 siguientes; en Meteogalicia, la media del día la sitúa en un 15%. Además, con el paso de los días de esta semana, a pesar de que la lluvia persistirá lo hará en menor cantidad.
Así, el jueves se cumplirían 33 días seguidos de lluvia que dejarían paso a una ventana de tiempo seco que permita dejar el paraguas, aunque sea de manera temporal, en casa.