Nueva reunión entre la dirección de la concesionaria del servicio municipal vigués de transportes, Vitrasa, y el comité de empresa que, una vez más, termina con un desacuerdo. Los trabajadores siguen considerando "totalmente insuficiente" la propuesta presentada por la empresa.

No obstante, tal y como refleja el comité en un comunicado, llegó a producirse un "achegamento de posturas" en el que "ambas partes cediamos un pouco ás necesidades da parte contraria". Sin embargo, según la misma fuente, "tras un receso, a empresa cambiou radicalmente a súa postura".

Los manifestantes insisten en que "Vitrasa atópase cómoda coa folga" y apelan a Abel Caballero, regidor olívico, como "factor imprescindible" para poner solución al problema.

La empresa acusa al comité de imponer "un bloqueo"

La posición del comité choca considerablemente con la postura de la dirección de la empresa, que acusa al primero de imponer un bloqueo a las negociaciones. Vitrasa asegura que, "ante a negativa do comité de suspender a folga, a empresa puxo enriba da mesa a oferta de negociar sen ningunha condición previa aínda que a retirada dos expedientes sancionadores continúan a ser una esixencia do Comité".

Con respecto a lo anterior y luego de seis horas de reunión, la empresa asegura que ofreció la "retirada inmediata" de los 12 expedientes sancionadores. A cambio se pidió el aplazamiento de la huelga dos semanas para "poder iniciar as negociacións nun clima normalizado". Sin embargo, según la misma fuente, que mantiene que "a empresa está disposta a negociar sen ningunha condición", la oferta fue rechazada.

El director de Vitrasa, Carlos González, lamentó "la falta de acuerdo porque se siguen anteponiendo los intereses personales a la negociación de un convenio". Además, González acusó a los manifestantes de "chantajear a la ciudadanía" rechazando la suspensión de la huelga durante dos semanas "para no perder fuerza".

Un conflicto que llega al plano político local

El conflicto de Vitrasa no se quedó en los despachos de la concesionaria, sino que llegó a la Casa Consistorial de Praza do Rei. Allí, el portavoz municipal, Carlos López Font, censuró que la falta de acuerdo se deba a "intereses políticos que hay detrás". Para el grupo de gobierno los culpables de esta falta de acuerdo se encuentran en el Bloque Nacionalista Galego de Vigo y en el sindicato CIG: "Ayer quedó claro que el comité no quiere negociar, quiere hacer huelga durante toda la Navidad", aseguró López Font. "Está engañando a los trabajadores, que están sin cobrar, y también engaña a la ciudadanía, sobre todo, a la que más necesita el transporte público. Está utilizando este conflicto como arma política contra el gobierno local y es evidente que lo hace porque está dirigido por el BNG y la CIG", añade.

Por su parte, el titular del BNG en Vigo, Xabier Pérez Igrexas, acusó a Font de "falsedades" y de "recadeiro de Caballero" además de "portavoz oficioso de Vitrasa". Para el nacionalista "é incomprensible que o goberno municipal teime na súa complicidade coa concesionaria e en seguir sendo parte do problema en lugar de actuar para resolver este conflicto".