J.I.P.C. cumplirá una pena de siete años de prisión y cinco de libertad vigilada después de admitir haber violado a su hija el pasado mes de junio en el domicilio en el que convivía con ella. Desde entonces, el autor confeso de los hechos se encuentra en prisión provisional.

Inicialmente, el ministerio público solicitó nueve años de cárcel, sin embargo, tras declararse culpable el individuo en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, rebajó la petición. Del mismo modo, el tribunal dictó de viva voz una sentencia de conformidad y condenó al hombre a prisión por un delito de agresión sexual en la modalidad de violación.

Por otro lado, la Audiencia le impone la medida de libertad vigilada durante cinco años a ejecutar una vez salga de la cárcel, así como la inhabilitación para ejercer la patria potestad sobre la hija por un periodo de cuatro años.

Por último, el tribunal lo ha inhabilitado, por cinco años, para ejercer cualquier profesión o actividad que requiera contacto con menores una vez que salga de la prisión. Cuando lo haga, no podrá comunicarse o acercarse a menos de 300 metros de la víctima durante un año y la tendrá que indemnizar con 9.000 euros.