La Policía Local de Vigo recibió el pasado 12 de enero un aviso de que había un grupo de jóvenes pintando grafitis en la calle Segovia. Cuando los agentes llegaron al lugar se encontraron allí a dos chicos junto a un bote de pintura que explicaron que no los habían hecho ellos, sino unos amigos que se habían ausentado. Tal y como comprobaron los policías, ambos eran menores de edad.

Uno de los menores presentaba síntomas de estar bajo el efecto de sustancias estupefacientes y se solicitó una ambulancia para su evaluación. Sobre el otro, para sorpresa de los agentes, constaba una orden de búsqueda, ya que su madre había denunciado su desaparición hacía un mes.

La policía contactó a la progenitora para que acudiese al lugar, a lo que el joven reaccionó bruscamente contra los agentes, intentando escaparse y negándose a marcharse con ella. Finalmente fue reducido y tendrá que responder ante la autoridad judicial correspondiente por un delito de atentado a la autoridad. El otro adolescente quedó a cargo de sus padres.