Entre las 16:00 y las 17:00 horas, el viento y la lluvia se convirtieron en protagonistas de la tarde en Vigo. A lo largo de esa hora, la borrasca Irene vivió sus momentos más intensos en la ciudad, provocando múltiples incidencias.
Entre ellos, el desbordamiento del río Lagares de su cauce en la zona de la Avenida de la Florida, llegando el agua a invadir la carretera. Además, varias calles terminaron embalsadas y con regueros de agua que provocaron problemas de circulación de vehículos, como en la Avenida de Guixar, en la calle Xulián Estévez, en la Avenida Clara Campoamor a la altura de Valladares o en la carretera de Bembrive.
Un ejemplo de estos regueros que se formaron ocurrió en la calle Elduayen, por donde transcurrió el agua que descendió desde la zona del Concello y de las murallas de la antigua Fortaleza de San Sebastián.
El viento también ha provocado que varios contenedores hayan sido desplazados hasta el medio de la calzada, la soltura de varias estructuras de los adornos navideños que aún cuelgan en la ciudad, árboles caídos, cables telefónicos y eléctricos desprendidos e incluso un baño portátil de obra que ha corrido el peligro de caer al túnel de Gregorio Espino.