El conflicto de Vitrasa parece enquistarse cada vez más. La última reunión de la mesa de negociación, celebrada este miércoles, se ha saldado sin avances y la compañía concesionaria del transporte urbano de Vigo ha comunicado que no está dispuesta a mejorar su propuesta de subida salarial mientras los trabajadores continúen la huelga indefinida.
La empresa explica que para mejorar su oferta necesita "recuperar la normalidad en el servicio" y así "recuperar viajeros", pues defiende que son la "base" de sus ingresos. "El comité es consciente de esta situación pero prefiere seguir adelante con los paros", afirma la compañía en un comunicado difundido a los medios de comunicación.
La pérdida de pasajeros de Vitrasa se remonta a la pandemia del coronavirus, momento en el que bajó notablemente la afluencia en el transporte. A raíz de ello, el Concello de Vigo acordó prolongar la concesión del servicio hasta 2025 y le asignó una compensación económica de 5.697.000 euros. El juzgado rechazó la solicitud de la compañía, que pedía 19.253.893 euros adicionales. Ahora, en el contexto de huelga indefinida (se inició el pasado 25 de noviembre), el transporte urbano no remonta las cifras de pasajeros.
Vitrasa expone que el comité propone una subida salarial del 16,1% desde enero de este año para suspender temporalmente la huelga, algo "inasumible" para la empresa y que, dicen, "supone un incremento del 50% del coste laboral para el año 2024 sin contar con los atrasos ni otros aspectos que siguen solicitando". La empresa pone sobre la mesa un 2,5% consolidado en tablas salariales, el abono de los atrasos correspondientes a todo 2023 y su línea roja: "seguir negociando sin huelga".
"Nos sentimos engañados"
La concesionaria denuncia que el comité de empresa aceptó la pasada semana el preacuerdo y luego "no fueron capaces de defenderlo" en la asamblea de trabajadores, que votó en contra. "Nos sentimos engañados, el propio comité se puso en contra del acuerdo que había firmado unas horas antes", insiste Vitrasa en el comunicado.
La empresa afirma no reconocer la validez de la votación de la asamblea porque "no garantiza el voto libre" y "se realiza en un contexto de presiones y señalización pública de la posición de cada trabajador". A ojos de Vitrasa, el comité "coarta la voluntad" de los empleados.