Los Equipos Pegaso de pontevedra y Lugo hicieron descender a un dron durante la celebración, el pasado 14 de abril, de la medio maratón Vig-Bay valiéndose de medios de inhibición. El dispositivo estaba ocupando la zona de restricción temporal del espacio aéreo -TRA-, establecida para velar -con drones y un helicóptero de la Guardia Civil- por la seguridad de los participantes y de la propia prueba deportiva.
El dron se interceptó a un kilómetro de la meta, ya en la localidad de Baiona, y pudo poner "en peligro" la seguridad de los participantes, tal y como explicó la Guardia Civil, así como a las aeronaves del dispositivo de seguridad.
Tras hacer descender la aeronave no tripulada, los agentes procedieron a identificar a su titular. Se trataba de un vecino de Ourense que, a pesar de estar habilitado como piloto, no había realizado la consulta obligatoria en la página Enaire Drones. Ésta última proporciona la información aeronáutica diaria y las respectivas restricciones.
Los hechos se pondrán en conocimiento de la Agencia de Seguridad Aérea, que podrá imponer sanciones que irán desde los 60 a los 225.000 euros. También se remitirá un informe e la Dirección Xeral de Patrimonio Natural, puesto que la zona de vuelo era de especial protección para la naturaleza. En este caso, el uso del dron está sujeto a autorización específica, algo de lo que el piloto carecía.