Las 15 familias que se han quedado sin plaza en 4º de infantil en el CEIP García Barbón para el curso 2024-2025 agotarán la vía administrativa ordinaria para tratar de revertir una situación para la que, insisten, no se les ha ofrecido ninguna solución más allá de matricular a sus hijos en colegios públicos en la periferia, alejados de sus domicilios.
Según relata Manuel Lama, uno de los padres afectados, a Treintayseis, el siguiente paso que darán será el de impugnar el sorteo de desempate, clave para acceder al centro en caso de igualdad de puntos. La razón es que existió un defecto de forma a la hora de comunicar el número de desempate a cada familia. A aquellas que realizaron la solicitud de plaza vía online, se les entregó en ese mismo proceso; en cambio, muchas de las que hicieron el trámite presencial, desconocían ese número con el que concurrían al sorteo.
Se trata, en palabras de Manuel, de una vulneración de las garantías de estas familias, ya que no conocen con qué número entran en este proceso de desempate por lo que podría haber manipulación. Este defecto fue comunicado por las familias a la Administración, que "es consciente del fallo, pero no ha tomado ninguna medida", confirma. "No queríamos llegar hasta aquí, pero nos llevan a esta vía, porque no nos dan una solución".
Moción en el Pleno
El Pleno del Concello de Vigo aprobó este lunes por unanimidad una moción para instar a la Consellería de Educación a "atender adecuadamente las necesidades actuales de los centros públicos" y que se dote de más recursos a la educación pública. En el debate de esta moción, el Partido Popular, que votó a favor, afirmó que se habían reunido con las familias afectadas y que les habían aportado una solución.
Pero desde las familias aseguran que es "mentira", ya que en la reunión que mantuvieron con la delegada de la Xunta en Vigo, Ana Ortiz, y el jefe territorial de Educación en Pontevedra, César Pérez Ares, se remitieron al proceso ordinario; es decir, la redistribución de estos niños en colegios públicos con plazas libres en la periferia, "sin tener en cuenta la casuística o la edad de los niños".
Una reunión con un "clima bastante tenso" y en el que desde la Administración se les presentó un informe técnico según el cual el centro no podía asumir una nueva línea. "Nosotros, en la solicitud no pedíamos una tercera línea, sino un tercer aula", remarca Manuel, que aclara que el CEIP García Barbón es un centro con modelo híbrido de dos líneas en el que conviven 2 y 3 aulas, como en el caso de 3º, 5º y 6º de Primaria. Es precisamente en este último curso donde quedará un aula libre, pero tampoco han aceptado la posibilidad de ejecutar obras posibles por coste en el propio centro.
"Nos dijeron que era una forma de repoblar zonas de la ciudad con colegios donde no se cubren todas las plazas, pero eso incide en el arraigo de los niños y en la conciliación; sabemos que el derecho a la escolarización está garantizado, sólo faltaba", sentencia Manuel.
Además, incide en que "es un problema que no va a desaparecer", ya que la reducción de plazas en el centro continuará a 10 por año los próximo 9 cursos, lo que agravará la posibilidad de que las familias que vivan en el centro de la ciudad pueda acceder a un colegio público en su zona.