La playa de Cesantes, en el municipio pontevedrés de Redondela, amaneció este martes cubierta de unos visitantes inusuales: las liebres de mar. Son moluscos gasterópodos marinos de tamaño medio que, a pesar de su extraño aspecto, no presentan riesgo para los seres humanos.
"Es una especie totalmente inofensiva que habita en las rías gallegas, pero no es habitual su llegada a los arenales", explica la concejala de Medio Ambiente, Pilar Martínez.
En este caso, además, los ejemplares aparecieron todos sin vida. Cuando las liebres de mar aparecen vivas entre las algas de la costa se recomienda devolverlas al mar. Durante esta jornada los operarios trabajan en su retirada y es que, según informan desde el Concello de Redondela, llegaron "varios cientos de kilos".