El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha dado la razón a una vecina del centro de Vigo y ha condenado al Concello a pagarle una multa de 600 euros por vulnerar los derechos fundamentales a la intimidad personal y familiar y a la inviolabilidad del domicilio por el ruido provocado durante la celebración de la Navidad del año 2022-2023.
La sección tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del alto tribunal gallego ha estimado parcialmente el recurso de apelación interpuesto por la vecina de la calle Areal que solicitaba una indemnización de 1.640 euros, equivalente al precio de arrendamiento de una vivienda de iguales características y situación durante ese periodo. Además, el TSXG han exigido al Concello que adopte "las medidas necesarias" para evitar "la reiteración de su conducta lesiva de los derechos fundamentales" y para garantizar "que los niveles de ruidos exteriores e interiores no rebasen los umbrales fijados por las normas aplicables".
El 30 de junio de 2023, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Vigo dictó una sentencia en la que, aunque reconocía el derecho de la vecina a la "intimidad e inviolabilidad del domicilio y a disfrutar de un medioambiente adecuado", se añadía que el Concello ya había tomado medidas para rebajar el ruido que denunciaba, como la supresión de la megafonía en las calles Inés Pérez de Ceta, República Argentina y Arenal.
Posteriormente a esta sentencia, la Fiscalía se puso de parte de la vecina, confirmando, según su criterio, que se habían vulnerado sus derechos fundamentales, a lo que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, respondió que el Ministerio Público no era "imparcial" y que, aunque no era firme, el juzgado vigués le había dado "toda la razón al Ayuntamiento".
Afectación potencial de la salud de las personas
Ahora, la Sala ha considerado acreditado que "el ruido padecido por la apelante tuvo carácter persistente, ya que su continuidad perduró (en los horarios permitidos) prácticamente dos meses, y fue intenso porque superó los límites legales permitidos". Además, añade la sentencia, la afectada "tuvo que desenvolver su vida diaria junto a sus dos hijos de corta edad -de 1 y 3 años-, conviviendo con un ruido que excedía de los límites de lo permitido, según la normativa de aplicación".
Según los magistrados, esto "podría conllevar una afectación potencial a la salud de las personas" e "implica un menoscabo del desarrollo de la personalidad, al imposibilitar el desarrollo de la vida diaria, lo que vulnera los derechos fundamentales denunciados como violados".
Ante esta situación, el Concello "se mantuvo inactivo al respecto de la contaminación acústica que se estaba produciendo, la cual es achacable exclusivamente al ente local, que es el que tuvo el control del foco emisor en todo momento, como dador de las correspondientes autorizaciones para celebrar la actividad de ocio y responsable de su supervisión", recoge la sentencia.
Además, añade, "existe un deber de los poderes públicos de garantizarnos el disfrute de nuestro descanso y tranquilidad mínima, según las circunstancias, no debiendo caber duda al ente local de que el interés jurídico que ha de resultar prevalente, el más digno de protección, es el derecho de los ciudadanos a la no recepción de ruidos molestos, en cuanto expresión de calidad de vida digna".
Protestas de los vecinos
Las protestas de los vecinos del centro más afectados por el cierre de la circulación, las aglomeraciones y la ocupación de espacios públicos comenzaron la Navidad anterior a la que se refiere la sentencia.
El movimiento vecinal, que arrancó con lazos blancos en las ventanas como protesta, fue dando sus frutos en las celebraciones posteriores. Al año siguiente, desapareció el parque de atracciones de la calle Rosalía de Castro, sólo vigente en 2021. Además, progresivamente, desde el Concello se fueron tomando medidas en base a estas protestas, reduciendo el volumen de la música, cambiando las atracciones de la calle Arenal y la ubicación de la cola de la noria.
Unas medidas que, denunciaba la Asociación Zona Centro de Vigo este pasado año, eran "insuficientes", señalando lo perjudicial del Cíes Market que se instala en la Plaza de Compostela, la suciedad que se genera en esa época y el riesgo que suponen las aglomeraciones de gente para el acceso de ambulancias, bomberos y policía a la zona.
"La Navidad de Vigo continúa y lo hará durante años"
"La sentencia no cuestiona la Navidad de Vigo, que continúa su éxito y su andadura", ha asegurado el portavoz del gobierno local, Carlos López Font, en un audio remitido a los medios, en el que insiste en que "el tema central era si la Navidad continuaba o si el PP y el Bloque conseguían pararla y apagarla". No obstante, ha proclamado que "la Navidad de Vigo continúa y lo hará durante años".
Font ha hecho hincapié en que la decisión del TSXG "se refiere a la Navidad 2022-2023 y hace referencia exclusivamente al ruido". Además, añade, entre las mediciones acústicas que aparecen en el escrito, una es la del Concello, y en base a esos resultados se tomaron medidas "desde ese año" para ir paliando las molestias.
"Cada año se adoptan medidas para mejorar el proyecto", ha sentenciado. "Esto fue el intento del PP y BNG de cerrar la Navidad de Vigo. Perdieron, por lo que seguirá adelante", ha sentenciado.
"Pedir perdón a los vecinos"
Por su parte, el portavoz del Partido Popular en Vigo, Miguel Martín, considera esta sentencia una "cura de humildad" y ha instado a Caballero a "recibir a los vecinos, pedirles perdón y escuchar sus demandas", algo que considera que "no pasará" porque "la humildad no figura en el diccionario" del regidor.
Martín ha lamentado "que Vigo y la Navidad vean dañadas su imagen por la falta de mesura del gobierno local al organizar unas fiestas que deberían poder compatibilizar el disfrute ciudadano con el derecho de los vecinos a no ver alteradas su tranquilidad".
"La instalación de Caballero en la hipérbole permamente ha jugado en su contra y ha dejado en evidencia su forma de gobernar, muy prepotente y muy poco empática", ha añadido el popular, que ha reiterado que nadie "quiere apagar la Navidad" y ha recomendado al regidor "que tome buena nota" de este "varapalo" y deje de "mezclar las denuncias ciudadanas con la política", ya que el PP "nunca ha estado en contra de la Navidad", pero "sí contra unas celebraciones ruidosas y molestas".
En términos similares se ha manifestado el BNG de Vigo, que a través de su portavoz Xabier P. Igrexas reclamado al Concello que pida "perdón" a unos vecinos a los que "durante años ha despreciado e insultado por denunciar las graves molestias que provoca el modelo caprichoso de Navidad que decidieron imponer".
"Esta sentencia demuestra que el 'parque temático' de la Navidad de Caballero vulnera los derechos de las viguesas y los vigueses", ha enfatizado Igrexas, que ha contestado a Font asegurando la postura "rotundamente clara desde el principio" por parte de los nacionalistas: "Navidad sí, por su puesto que sí, pero no así".
"La necesidad patológica de Caballero de grandes masas de gente con las que sacarse selfies no puede estar por encima del derecho de las viguesas y vigueses a poder habitar con seguridad en su propia ciudad", ha proclamado. "Menos mentir y más rectificar", ha sentenciado el portavoz nacionalista.