Las últimas semanas, Galicia ha vivido la peor ola de incendios de este verano, con varios focos que, principalmente en la provincia de Ourense, han producido fuegos de gran magnitud. Concretamente, el municipio de A Gudiña sufre todavía este jueves a causa de dos focos que han calcinado ya 370 hectáreas, a las que se suman 40 en Chandrexa de Queixa. Las provincias de Pontevedra y Lugo, aunque menos afectadas, cuentan también con 14 y 40 hectáreas calcinadas en las últimas horas a causa de dos incendios.
Llama la atención, no obstante, que este verano Galicia ha vivido una situación inusual: hasta septiembre no se ha producido ningún incendio importante, afortunadamente. Tras los importantísimos fuegos de 2022, que calcinaron más de 51.640 hectáreas, los montes gallegos han pasado dos temporadas "de tregua" en las que no se han registrado focos tan graves como los de aquel verano.
Esto se debe, en parte, a que este verano ha llovido mucho más que los dos anteriores. "As condicións atmosféricas condicionan de xeito importante a posibilidade de que se produzan incendios", aseguran desde MeteoGalicia: "Este verán comezou con temperaturas frescas e máis choiva do habitual, polo que tamén temos un solo con maior humidade".
El verano de 2022, además, contó con unas condiciones especiales agravadas por la sequía, después de un otoño poco lluvioso que desembocó en la escasez de agua en prácticamente toda Galicia, especialmente en las provincias del sur. Ya en 2023, los embalses arrancaban la temporada estival casi al 100% de su capacidad, lo que se traducía también en una humedad en el suelo que disminuía las probabilidades de que hubiese incendios.
¿Por qué se producen ahora?
Estos últimos días, no obstante, la situación ha cambiado con respecto a los meses anteriores, lo que ha generado un mayor riesgo en buena parte de Galicia. "Contamos cun anticiclón e vento forte de componente norte-nordés que reseca o ambiente e o terreo, ademáis de favorecer as temperaturas altas", indican desde MeteoGalicia. "O inicio de setembro con este anticiclón agrava a situación, aínda que ao ter un verán inusualmente fresco e chuvioso puidemos evitar os incendios ata agora".
Hoy, jueves, es el último día de anticiclón, que dará paso a un embolsamiento de aire frío que llegará desde el oeste para aportar inestabilidad atmosférica. "De feito, non descartamos treboadas xa esta noite no interior de Ourense, que poderán ser xeralizadas de cara ao venres en toda Galicia", insisten. El fin de semana, además, se prevé que desciendan de forma importante las temperaturas máximas, que se situarán en torno a los 20 grados en toda la comunidad y mínimas que se mantendrán cerca de los 14 grados.
De cara a última hora de la tarde, se prevén tormentas importantes que dejarán, a su vez, grandes cantidades de agua "que poderían tamén axudar a paliar os incendios de A Gudiña, porque serán precipitacións bastante intensas". Desde MeteoGalicia también confían en que estas tormentas, que afectarán a toda la Península Ibérica, ayuden a mitigar los incendios que asolan el norte de Portugal, así como el sur y el interior de Galicia.