El joven acusado de matar a un profesor jubilado en su piso de la calle Areal de Vigo, David M.C., ha reconocido que "son ciertos" los hechos, aunque no ha aclarado los motivos: "No sé por qué lo maté".
Así lo ha manifestado en su declaración ante el tribunal de jurado constituido en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en la ciudad olívica.
Según informa Europa Press, el Fiscal ha sido el único que ha interrogado al acusado, que ha reconocido los hechos recogidos en el escrito de acusación pública: que mató a Benito T.S. en la noche del 28 al 29 de diciembre de 2021 golpeándole la cabeza con una bola mármol y luego le cortó el cuello y le infligió 21 heridas con un cuchillo de cocina.
David M.C. también reconoció que se hizo pasar por la víctima para contactar por teléfono con su banco y pedir una ampliación de crédito en sus tarjetas. Con esas tarjetas, en los días posteriores, realizó gastos por más de 17.000 euros.
Tras finalizar el interrogatorio del Fiscal, tanto las acusaciones particulares como la defensa han renunciado a hacer preguntas. Sin embargo, el tribunal de jurado sí tenía un par de preguntas: por qué lo mató y cuál era la relación entre acusado y víctima.
A la primera de las cuestiones, David M.C. se ha limitado a aseverar "No lo sé" y a la segunda ha declarado: "No voy a responder a esa pregunta".
Últimos contactos de la víctima con su entorno
En la jornada de este martes han prestado declaración 17 testigos, entre ellos varios amigos de la víctima, que han señalado que mantuvieron las últimas conversaciones con él en la tarde del 28 de diciembre (horas antes de que David lo matase) y, en el caso de conversaciones posteriores, detectaron "algo extraño".
Uno de esos testigos, 'compadre' de la víctima (Benito era el padrino de su hija) ha explicado que había quedado para cenar con Benito en Nochevieja y alojarse unos días en su casa pero, cuando llegó ese día, nadie le abrió la puerta ni consiguió hablar por teléfono con su amigo. Eso sí, le escribió por WhatsApp para preguntar por qué no estaba en casa, y recibió una respuesta que le causó sorpresa.
Benito le respondió que se había ido de viaje "con unas amigas" a Pontevedra y que se había olvidado del encuentro planeado con este amigo. "Jamás había hecho eso, era sorprendente. Evidentemente, no era él quien escribía los mensajes (...), decía cosas que no eran propias de él", ha señalado ante el tribunal, antes de remarcar que, otra de las cosas que le hizo sospechar, fue que su amigo se dirigió a él en gallego, cuando nunca lo hacía.
Del mismo modo, otros amigos también declararon su extrañeza por no conseguir hablar con la víctima después de la noche del 28 al 29 de diciembre, y por recibir mensajes "extraños", como felicitaciones de las fiestas navideñas en gallego.
Varios días de fiesta con amigos
Según los hechos reconocidos por el propio acusado y ratificados por varios testigos, tras matar a Benito T.S., el procesado estuvo varios días en Vigo, alojado en un hotel del centro de la ciudad, y saliendo de fiesta con varios amigos, a quienes pagó alojamiento en ese mismo hotel, comidas, cenas, combustible, copas, gastos en el Casino de Vigo, etc.
"David lo pagaba todo, se ofrecía a pagarlo todo", ha explicado uno de los testigos, que también ha relatado que el acusado le pagó por la aplicación Bizum 500 euros tras una apuesta, un dinero que le llegó procedente del teléfono "de un tal Benito T.".
Otro de los amigos que compartió esos días de fiesta con el acusado, ha señalado que David llevaba esos días dos teléfonos, y que la explicación que dio es que uno de ellos (supuestamente el móvil que le había sustraído a la víctima) lo utilizaba para cuestiones de dinero. "Él supuestamente invertía en criptomonedas, de ahí todo el dinero que manejaba", ha apuntado ese testigo.
Además de todos esos gastos, en esos días, el acusado compró dos coches de segunda mano, un Audi A 6 y un Peugeot 306. Según el vendedor del primero de los coches, David le hizo una transferencia desde una cuenta de Benito T.S., explicando que se trataba de "un socio" empresarial.
Delitos y penas
Fiscalía considera al acusado autor de un homicidio y de un delito continuado de estafa, y pide por ello que sea condenado a 11 años y medio de prisión, una solicitud con la que se ha conformado la defensa.
Las acusaciones particulares califican los hechos como asesinato con ensañamiento o, alternativamente, como homicidio, y le atribuyen también un delito continuado de estafa, por lo que elevan la petición de pena a 18 años de cárcel. Con todo, y dado que, hasta ahora, han renunciado a interrogar a los testigos, es previsible que modifiquen su calificación de los hechos al final del juicio para pedir una condena por homicidio.