El AVE entre Vigo y Oporto estará en funcionamiento en 2030. Este es, al menos, el compromiso del Gobierno de España, a pesar de que a finales de octubre, Pedro Sánchez ponía el foco en la prioridad de la Alta Velocidad entre Madrid y Lisboa en la  la XXXV Cumbre Hispano-Lusa.

Unas declaraciones, las del presidente del Gobierno, que indignaron en Galicia y llevaron a Abel Caballero a convocar tres manifestaciones, en forma de concierto, en la Puerta del Sol para reclamar para Vigo el AVE directo con Madrid, la priorización de la Salida Sur y la autovía en túnel a O Porriño.

Este cambio de criterio lo ha revelado el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, en una nota del Ministerio de Transportes en la que se señala que se le ha trasladado así a Caballero y que ambos dirigentes han mostrado su voluntad para cooperar con el Gobierno portugués y coordinar las actuaciones conjuntas para que la línea de alta velocidad sea una realidad en dicha fecha.

Colaboración de ambos gobiernos

Santano ha destacado la necesidad del impulso político de ambos gobiernos para que el proyecto se lleve a cabo con la mayor celeridad, no se demoren los procesos de licitación y adjudicación necesarios para llevar a cabo este tipo de proyectos de construcción.

El secretario de Estado de Transportes también ha trasladado que desde el Ministerio se están llevando a cabo los avances necesarios para cumplir con este "horizonte temporal" para lo que será necesario que el gobierno luso "acompañe" al español en este proceso y las obras se lleven a cabo "de manera coordinada y simultánea" en ambos países.

Santano ha querido, por último, agradecer al alcalde de Vigo su compromiso con esta obra y se ha mostrado firme en su voluntad de instar a su homólogo portugués para crear grupos técnicos de trabajo que coordinen, de manera conjunta, los avances del proyecto a ambos lados de la frontera.