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A lo largo de la extensa historia de la isla de San Simón, que fue desde hogar de religiosos y templarios, hasta leprosería marítima, pasando por ser objeto de los saqueos de piratas como Francis Drake, el siglo pasado formó parte de la negra historia de la Guerra Civil española.

Entre 1936 y 1943, acogió uno de los mayores campos de concentración y de exterminio del franquismo. Por esto, el Concello de Redondela ha solicitado al Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática que la declare como Lugar de Memoria Democrática.

Así lo ha acorado la junta de gobierno local redondelana por unanimidad y en base a lo establecido en la ley de memoria democrática. Según la alcaldesa, Digna Rivas, a este reconocimiento pueden optar aquellos espacios, inmuebles o patrimonios culturales inmateriales en el que se desarrollaron hechos de singular relevancia por su significación histórica, simbólica o por su repercusión en la memoria colectiva, vinculados a la memoria democrática, así como con la represión y violencia sobre la población como consecuencia de la resistencia al golpe de estado de julio de 1936, a la Guerra, la Dictadura, el exilio o la lucha por la recuperación y profundización de los valores democráticos, entre otros.

Además, la ley establece la creación de un inventario con todos los lugares que cuenten con esta declaración para darlos a conocer y recoge que las administraciones públicas titulares de bienes de Memoria Democrática estarán obligadas a garantizar su perdurabilidad, identificación, explicación y señalización adecuada.

En un comunicado, el Concello de Redondela ha explicado que realiza esta petición al Ministerio tras reunirse con responsables de la Iniciativa Galega pola Memoria, donde se insistió en la necesidad de proteger la isla para evitar que se realicen en ella actividades lucrativas "que suponen una ofensa para la memoria de las víctimas".