La playa de Samil, en Vigo, es uno de los enclaves estrella de muchos vigueses, gallegos en general e incluso ciudadanos del norte de Portugal, que acuden a ella para disfrutar del arenal más extenso de la ciudad. La ubicación privilegiada de Samil, con una maravillosa vista panorámica de las Islas Cíes, hace que uno la escoja durante todo el año para pasear, disfrutar de la puesta de sol, comer al aire libre o tomar algo en alguno de los locales de hostelería de su entorno, no obstante, es sin duda en la temporada estival cuando llega a sus límites de ocupación.
Samil es una de las playas de Vigo que cuenta con bandera azul, ya que sus aguas garantizan la máxima calidad y tiene todos los servicios requeridos para disponer de este sello de excelencia. Socorristas, aseos, una adecuada gestión de residuos, accesibilidad, seguridad y una amplia oferta de bares, cafeterías y restaurantes completan el entorno de la playa de Samil.
Sin embargo, lo cierto es que esta playa viguesa ha ido evolucionando al mismo tiempo que lo hacía la ciudad, por lo que, poco se parece a lo que era hace un siglo. El paseo y los establecimientos aledaños han robado un buen trecho al arenal y son muchos, incluido el Gobierno municipal, los que quieren que la playa de Samil del futuro se asemeje más a lo que fue en el pasado.
La playa de Samil del pasado
En 1916 Samil comenzaba a ganar protagonismo en la ciudad, puesto que hasta el momento era una playa poco frecuentada por los vigueses, que preferían la playa Areal. Sin embargo, la extensa red de playas de Vigo fue desapareciendo a raíz de los progresivos rellenos que se realizaron; Samil, que se encuentra más alejada del centro de la urbe, aún se mantendría unos años sin cambios significativos, pasando inalterable ante la variedad de propuestas urbanísticas que se planteaban para su entorno, como la de Antonio Palacios, que pretendía convertirla en una "ciudad balneario" con casino, hoteles, club náutico e incluso iglesia.
La situación de la playa tal y como la conocemos hoy en día tiene su origen en 1967, cuando se rellena Samil a la altura de la desembocadura del Lagares. En 1968 se inauguraba el archiconocido Hotel Samil y ese mismo año el alcalde, Rafael Portanet, ponía en marcha el plan de ordenación que contemplaba la construcción de un paseo, aparcamientos, zona ajardinada, restaurantes, vestuarios, etc., haciendo que muchos se echasen las manos a la cabeza. En 1972 el gran paseo de piedra estaba listo.
Fue en los años 80 cuando el entorno de Samil sufrió más cambios. El alcalde en el cargo, Manuel Soto, ordenó la construcción de más restaurantes, un gran tobogán acuático -que se mantendría 25 años en pie-, merenderos, la ampliación de los aparcamientos, piscinas, parque… El arenal vigués comenzaba a llenarse de gente y autobuses, perdiendo año tras año metros de playa.
La playa de Samil del futuro
Desde 2001, con Lois Castrillo en la alcaldía, ya se barajaba la idea de derribar el muro de Samil y todos los establecimientos de su entorno para recuperar la playa, aunque la actuación acabaría por no llevarse a cabo. Eliminar el actual paseo y construir uno nuevo es algo que varios alcaldes, de diferentes partidos políticos, han propuesto y valorado.
En 2007 Abel Caballero se convertía en alcalde de Vigo, volviendo a poner sobre la mesa la remodelación de Samil. Su intención también pasa por eliminar el paseo y así poder recuperar las dunas ampliando la playa. El principal problema de este proyecto reside en las licencias de los bares, restaurantes y cafeterías que rodean el paseo de Samil e impiden estos cambios.
Aún así, el principio del cambio comenzaba en 2014 con el fin de la licencia del antiguo restaurante As Dornas y su posterior derribo, que conseguía sumar a Samil un nuevo espacio verde. A mediados de marzo de este 2021, se anunciaba el derribo del Bar Camaleón, cuya concesión expiró en 2019, lo que supone que, quizás, ya no estamos tan lejos del tan esperado final del actual paseo de Samil.
El Concello ha anunciado recientemente que está desarrollando un proyecto de conservación y defensa en los arenales del Vao, Fontaíña, Calzoa, Cabo de Mar y, por supuesto, Samil. El propio alcalde ha señalado que la intención es recuperar el arenal, derribando el paseo y construyendo otro al nivel de la playa, a una distancia de entre 15 y 27 metros de la ubicación actual.
El nuevo paseo se fusionará con la vegetación de Samil, por lo que han asegurado que no se cortará ningún árbol. Será un recorrido más ancho, según ha dicho Caballero, de unos 12 metros, y se mantendrán la mayor parte de los servicios, como las piscinas, espacios deportivos y aparcamientos.
Algunos proyectos que se habían puesto sobre la mesa en los últimos años eran más ambiciosos, puesto que suponían convertir la Avenida de Samil en un vial de un único sentido al llevar las zonas verdes hasta la carretera, trasladar las instalaciones deportivas y hosteleras, construir dos nuevos paseos -uno de madera y otro de piedra- y ganar unos 100 metros de playa. El proyecto en el que trabaja actualmente el Concello de Vigo no es tan ostentoso, por lo que, habrá que esperar a ver en que se acaba convirtiendo la playa de Samil y si cumple con las expectativas de los vigueses.