Los creadores de Humor Amarillo en Vigo han decidido lanzar una oferta especialmente terrorífica para este Halloween: recrearán la exitosa serie de Netflix El juego del calamar. La ficción coreana, que es número uno en España desde su lanzamiento, ha resultado ser una de las más vistas de la historia de la plataforma por su sorprendente trama y el ritmo frenético de cada uno de sus capítulos.
Las reglas son sencillas, pues todos son juegos de niños, el problema es que cuando un jugador pierde es eliminado, literalmente. Como es lógico, desde Humor Amarillo aclaran que no se seguirá el mismo sistema que en la serie, pues ni siquiera perdiendo el juego se pierde la posibilidad de jugar la gran final: se puede permanecer en el terreno una hora y media y se sumarán puntos que luego computarán para poder participar en el juego del día 1 de noviembre.
"Nuestra intención es que jueguen unas 500 personas, divididas en grupos, y cada día se disputarán todos los juegos para hacer una clasificación justa". Así, los días 29, 30 y 31 de octubre se disputarán los juegos del tira la soga, las canicas, la galleta, el escondite inglés (en el terreno de juego de paintball), el juego del calamar y el puente colgante a seis metros de altura, los mismos que en la serie. Desde la organización comentan que en cada actividad competirán 20 personas, de las que habrá un ganador que se llevará un premio directo consistente en un pase grupal para alguna de las actividades de Humor Amarillo.
Los ganadores de cada juego llegarán a la gran final y podrán optar a un premio de 1.000 euros en metálico. Este juego, que se disputará entre los mejores de cada una de las pruebas, tendrá lugar el día 1 de noviembre.
Las inscripciones, que ya se pueden realizar, se harán a través del teléfono 695 19 13 78 (enviando un mensaje de Whatsapp) y se podrán hacer de forma individual o en grupo. Desde la organización advierten de que, aunque la inscripción sea grupal, no todos los miembros del equipo tienen por qué jugar juntos en todas las actividades debido al sistema de eliminación, pues "solo puede quedar un superviviente".