Toda buena historia tiene detrás un buen propósito y la del Banco da Ría corresponde con esta afirmación. Un grupo de amigos y vecinos de la parroquia de Coruxo (Vigo), enamorados del paisaje y el entorno en el que viven, pensó cómo podrían poner en valor la zona. Cómo conseguir que el resto del mundo admirase ese lugar tal y como ellos lo hacen.
La idea se materializó en algo tan sencillo y eficaz como un banco. "Todo comenzó como una broma", explica una de las personas al cargo de Banco da Ría. Estos miradores se han puesto de moda en Galicia estos últimos años; desde el archiconocido "Galicia Is Different", en Campo da Rata (Redondela), o el Bambán do Solpor, en la Ribeira Sacra.
El monte de Coruxo
Al final, entre broma y broma, estos amigos decidieron construir un banco con materiales reciclados y ubicarlo en uno de sus miradores favoritos, en Outeiro da Raposa. Eligieron este punto por su fácil accesibilidad, hay un sendero bien delineado, pero sobre todo, por sus vistas a las Cíes y a toda la panorámica de la ría de Vigo.
El Banco da Ría apareció en enero. Su nacimiento pasó desapercibido en redes sociales (crearon una cuenta de Instagram para él), pero no para los vecinos de Coruxo, que comenzaron a fotografiarse en el espectacular mirador. Así, en poco tiempo, el banco se volvió muy popular en la zona.
Sin embargo, la Comunidad de Montes de Coruxo se opuso al Banco da Ría. Sus creadores accedieron a retirar el banco "con mucha tristeza", pues como comentan, "a la gente le encantaba la iniciativa y el sitio".
El día que sacaron el banco de allí, la gente que paseaba por Outeiro da Raposa miraba con incredulidad la escena: "Muchos nos preguntaban el por qué, cuál era la razón, si el sitio era precioso". Con todo, esto no era el punto final para el Banco da Ría.
Nueva ubicación sorpresa
Decididos a alargar la vida del proyecto, los amigos de Banco da Ría escogieron otro punto de Coruxo: la playa de A Fontaíña. Una decisión que mantuvieron en secreto de forma premeditada, pues nadie sabía qué iba a pasar con el asiento. La sorpresa de los vecinos al descubrir allí el banco fue mayúscula.
Los propios vigueses fueron los encargados de encontrar el banco y empezar a promocionarlo en redes con sus fotos, justo lo que buscaban desde Banco da Ría. La nueva ubicación también pone en valor la riqueza paisajística de la ciudad y de la parroquia de Coruxo, invitando a quien lo encuentre a sentarse y simplemente contemplar el mar.
Como señalan los promotores del Banco da Ría, no se sabe si volverá a cambiar de lugar. Tal vez su gracia resida en que cada cierto tiempo viaje de un punto a otro, enseñando nuevos lugares. "La idea principal era que la gente descubriese un sitio único y promocionar el monte de Coruxo, porque normalmente no hay mucha gente por allí y es un sitio espectacular para pasear. Queríamos compartirlo", concluyen sus creadores.