El Ayuntamiento de Nigrán muestra su agradecimiento por ser la sede del gran circo ‘Ihrashka’, formado exclusivamente por refugiados
ucranianos y que a partir de este lunes 18 de julio, y previsiblemente durante todo el verano, ofrecerá una función diaria (20:30 horas) en Playa América-Lourido. La gran carpa de 35 metros de diámetro y con los colores amarilla y azul de la bandera de Ucrania preside ya una gran parcela frente al estacionamiento del arenal.
Este es el último proyecto de ‘La Fiesta Escénica’, compañía de Oia dirigida por Abel Martín, y en esta ocasión en colaboración con ‘Circo Inimitable’. La gran particularidad es esta conformado por una docena de nuevos artistas refugiados ucranianos (dos de ellos mismo cuentan con medallas olímpicas en Gimnasia). Las entradas, con un precio de entre 12 y 14 €, están a la venta a través de www.giglon.com.
"Estamos encantados de que Nigrán sea la sede elegida para este circo de la solidaridad porque reúne por una parte a más alta calidad y, por otra, sirve de apoyo a todos estos artistas-refugiados que por razones obvias no pueden regresar a su país y precisan seguir trabajando dignamente", destaca el alcalde, Juan González, quien subraya también la virtud de que se trate de un espectáculo para un público de todas las edades, "por lo que enriquece la programación de verano realizada desde el Ayuntamiento".
"En ninguna parte de él mundo se ha llevado a cabo un proyecto de estas características tras la guerra. Nosotros les ofrecemos un trabajo, no es caridad, eres una cuestión de dignidad", destaca por su parte Abel Martín, quien inició este proyecto entre los meses de abril y mayo en vista de la situación del conflicto. "Fuimos juntando a estos artistas que se encontraban circunstancialmente dispersos por diferentes países de Europa con el objetivo de poder ofrecerles un contrato de trabajo que les permita seguir viviendo dignamente había sido de Ucrania, por eso insisto en que no se trata de caridad, es ganarse la vida honradamente", explica.
‘Ihrashka’ es una palabra ucraniana que significa ‘juguetes’. El espectáculo de 1 hora y 20 minutos está centrado precisamente en esto, en la vida cuando se es niño: en la imaginación, la ingenuidad, querer volar… Un lugar donde reencontrarnos con nuestra propia infancia, con los recuerdos y el divertimento, con la alegría de descubrir que todavía nos podemos sorprender. "Se trata de un show de alta calidad técnica y artística, digno de ser visto", resume Martín, quien destaca que absolutamente toda la ambientación está basada en Ucrania.