Este viernes 2 de septiembre la Boa Vila se transporta al medievo y recupera, después de dos años de pandemia, su tradicional Feira Franca. Con las calles engalanadas, los pontevedreses vestidos para la ocasión y el centro de la ciudad lleno de celebraciones de todo tipo, Pontevedra festeja su evento más multitudinario, declarado Festa de Interese Turístico de Galicia.
"Cuentan los bandos" que fue en el año 1467 cuando el rey Enrique IV de Castilla otorgó a Pontevedra, en aquel momento la principal villa de Galicia, "el privilegio para instaurar un mercado libre de impuestos de un mes de duración, quince días antes y otros quince después de 24 de agosto, festividad de San Bartolomeu". Así nació la Feira Franca, que conmemora ese mercado medieval que convirtió a la Boa Vila en un lugar de obligada visita para mercaderes, comerciantes y, por supuesto, compradores de todo el reino.
La primera edición de esta fiesta fue en el año 2000 y, desde entonces, ha ido creciendo en programación y en visitantes hasta convertirse en una de las citas más importantes de la ciudad de Pontevedra. Toda la zona monumental se convierte, desde la noche del viernes y durante veinticuatro horas, en un enorme mercado medieval en el que (casi) todos los visitantes van adecuadamente vestidos y todos los comercios y puestos de comida y bebida están ambientados en el siglo XV.
La Plaza de la Herrería, espacio del primitivo mercado, sigue siendo el punto neurálgico de la fiesta y allí se representan los oficios tradicionales que existían ya en el mercado impulsado por Enrique IV. La Plaza de Santa María es, desde hace varias ediciones, el punto en el que más puestos de artesanía se concentran, mientras que en la Alameda y en la Plaza de España se reúnen el mayor número de puestos de comida de la Feira.
Una edición muy especial
Tras decretarse el Estado de Alarma en marzo del 2020, la Feira Franca no ha podido volver a celebrarse, aunque aquel verano de 2020 se intentó hacer una celebración "moderada", que terminó cancelándose a finales de agosto ante la escalada de casos de coronavirus.
Lo mismo ocurrió en 2021, cuando las restricciones impuestas para la hostelería hicieron inviable celebrar una fiesta que consistía en la reunión de "grandes grupos de gente en mesas particulares y de la hostelería comiendo, bebiendo y disfrutando", como explicaba en agosto del pasado año Carme da Silva, concejala de Fiestas del municipio.
Por estas razones, la edición que arranca este viernes es la más especial de los últimos años, pues se recupera la normalidad de una de las fiestas más esperadas de la villa. "Este año tenemos la alegría de poder decir que habrá Feria Franca y que será tal como la recordamos", decía una emocionada Carme da Silva, que también reconoció hace un mes que se habían superado las expectativas y más de cien particulares habían solicitado una mesa para comer en la calle, además de recibir medio centenar de solicitudes para participar en el mercado medieval.
Fiesta en la calle, torneo en la Plaza, mercado en el centro
Además de la fiesta y la alegría que desprenden los vecinos, que disfrutan de la música en la calle, de las actividades y, por supuesto, de la gastronomía que expone sus mejores galas, la Feira Franca ofrece un sinfín de actividades que hacen que sea la favorita de vecinos de todas las edades. Cada año, la Feira Franca adopta una temática, que pasó por los Irmandiños en el año 2006, por los juegos populares en 2012, por la alquimia en 2015 o por las leyendas en 2018. Este año, el río Lérez y su indiscutible importancia para el desarrollo de la ciudad centrarán un programa repleto de actividades.
Desde el pregón a caballo del viernes a las 19:00 horas, se sucederán espectáculos en las calles, plazas y rincones de la ciudad que maravillarán a los pontevedreses y lograrán que los más de 100.000 visitantes que recibe la fiesta se enamoren de ella. Espectáculos que van desde la representación del transporte del vino o un impresionante torneo medieval hasta los espectáculos de cetrería, tiro con arco o esgrima poblarán el centro histórico e impregnarán la villa.
La plaza de toros acoge uno de los espectáculos más esperados y del que podrán disfrutar los 7.800 afortunados que logren entrar gratuitamente antes de que se complete el aforo de la plaza, que congrega a una enorme cantidad de gente. Allí, los caballeros se disputan su honor armados y subidos a sus espectaculares caballos, desde los que luchan emulando un torneo real del siglo XV.
Pontevedra y sus habitantes se convierten, desde la tarde de este viernes 2 de septiembre, en los súbditos del rey Enrique VI para conmemorar el inolvidable mercado libre de impuestos que se celebró en agosto de 1467, que se convierte en la última gran celebración de la Boa Vila cada verano. Por ello, "cuando creas que el verano se está yendo a cobijar en el manto del otoño, cuando parezca que la fiesta esmorece y la luz de Sirius se recoge, guarda alientos porque está cerca el punto culminante de la época estival: ¡la Feira Franca de Pontevedra!"