Vigo fue la tercera ciudad española que contó con una Escuela de Telecomunicaciones; la primera se abrió en Madrid en 1955 y la segunda, en Barcelona en 1971. En la ciudad olívica, comenzaron las clases el 2 de noviembre de 1985, convirtiéndose en un referente en la materia en el noroeste de España y punto de encuentro de muchos estudiantes que no tenían que desplazarse hasta la capital ni hasta el otro lado del país para cursar sus estudios.
Acompañada de la parte académica, a Vigo llegó una tradición que había nacido en Madrid: la celebración de San Teleco, un santo sin vínculo religioso al que agarrarse, pero con el beneplácito de los estudiantes, que fueron los que lo crearon. Si atendemos a lo oficial, el patrón de las telecomunicaciones es San Gabriel, pero se celebraba en septiembre coincidiendo con el fin de las vacaciones y el comienzo el curso; esto, y que era una carrera que en la época solo cursaban hombres, llevó a los "telecos" a salir en procesión por otras facultades en la búsqueda de mujeres.
Esa "procesión" es el origen de San Teleco, una celebración que ha evolucionado desde sus orígenes, aunque en Vigo son algo inciertos y de difícil datación, pero que en Madrid, en el año 86, ya provocó una gran polémica por la denuncia de la periodista y escritora Rosa Montero en El País, donde relató lo ocurrido ese año durante la celebración en diciembre, con 300 estudiantes de Telecomunicaciones que entraron por la fuerza en la facultad de Filosofía agrediendo a otros estudiantes y desnudando rasgándoles la ropa a varias estudiantes con botellas de cerveza rotas, entre otras lindezas.
En Vigo, San Teleco se ha convertido en una tradición que en sus comienzos tenía un programa de actividades de lo más variopintas. Una procesión con la figura del "santo", que fumaba y bebía cerveza; seguido de "el asalto", una invasión a mediodía de todas las facultades del campus acompañados de la tuna para sumar a más alumnos a la celebración de la fiesta, interrumpiendo clases y no obteniendo demasiada resistencia de los invitados a acompañarlos; se jugaba el partido de "la carnicería", donde se enfrentaban alumnos y profesores, con sangría popular multitudinaria tras el pitido final; y el "rally humorístico", en el que se "tuneaban" los coches y los pasajeros, disfrazados, tenían que resolver una serie de acertijos por toda la ciudad; y el broche final, la fiesta nocturna donde no faltaba la tuna universitaria. Y el uniforme oficial, al estilo de San Fermín, con un pañuelo rojo al cuello.
Un macrobotellón con consecuencias
Pero este programa, contado a grandes rasgos, fue progresivamente modificándose. "El asalto", por ejemplo, dejó de hacerse ante las quejas de los profesores. Poco a poco, se dejaron de lado las acciones lúdicas originarias y se centró en la fiesta, con la celebración desde principios de los 2000 de un macrobotellón al que asistían miles de jóvenes y que en el 2007 vivió uno de sus peores momentos.
La macro fiesta dejaba un balance a las nueve de la noche de 30 comas etílicos, la mayoría de carácter leve, salvo un joven de 20 años que era trasladado al hospital tras estar inconsciente varios minutos y una chica de 26 que fue trasladada a Povisa en ambulancia. Lo que más alertó fue que, según informaban los voluntarios de Protección Civil, gran parte de las víctimas atendidas, unos 20, eran menores edad, de entre 13 y 16 años.
La Universidad de Vigo se desvinculó de los hechos, asegurando que su papel era el de tratar de que no se produjesen actos vandálicos contra las instalaciones del campus, para lo que se contrataba seguridad privada, mientras que el comité organizador de San Teleco de ese año descartó la definición de "macrobotellón", asegurando que detrás había "dos meses de trabajo" en una celebración que contaba con actividades lúdicas como torneos deportivos, de naipes y conciertos. Además, insistían, no podían "responsabilizarse de quienes asisten al evento ni de sus actos".
Pero este suceso fue un punto de inflexión en la celebración de San Teleco; en 2008, los alumnos, tras reunirse con los profesores, decidieron dar un cambio de rumbo a la celebración, que dejó atrás el macrobotellón a escasos metros del rectorado, en la plaza Miralles, y los conciertos para dar paso a una romería con pulpeiras y carpas, una "comida de confraternización" con música tradicional de fondo. Además, se recuperaron tradiciones como la elección de un pregonero y la confección, por parte de los alumnos de primero, de un Meco que saldría en procesión.
Edición reivindicativa
La normalidad se fue recuperando a lo largo de los siguientes años, en los que San Teleco se llenaba de conciertos y otras actividades, al margen del botellón, que obligaba a severos controles por parte de la policía entre los que abandonaban el campus en coche. Eso sí, la música durante toda la jornada se fue convirtiendo en uno de los grandes reclamos, más allá de la posterior fiesta nocturna por las calles de Vigo.
En 2018, el escenario de la fiesta se modificó y de las inmediaciones del Edificio Miralles pasó a la carpa de Telecomunicaciones, donde se centró la parte de comida y bebida. Pero fue una edición reivindicativa; por un lado, se creó la primera unidad antiacoso, creada en paralelo al protocolo del área de igualdad universitaria, y, por otro, la figura del patrón de ese año, el "Meco", elaborado por los de primer curso, fue una "Master Machine 2000", con la que se protestaba por el sistema que dividía entre los que dedicaban años a sacar un título mientras otros "los reciben gratis como si fueran cromos". Así, esa innovadora máquina entregaba másteres en "observar nubes" o en "perder el Vitrasa".
‘San Teleco Return’
Tras dos años de pandemia, San Teleco vuelve al campus de la UVigo el próximo viernes 30 de spetiembre. Y lo hace con un amplio programa de 12:00 a 18:00 horas, que tendrá el parking como localización, recuperando el espacio habitual de las primeras ediciones. Seis horas de fiesta con conciertos, comida y bebida.
Además, habrá torneos de videojuegos: Brawl Stars, League of Legends y Valorant; y de deportes: baloncesto 3×3 el 26 y 28 de septiembre y fútbol 7 el 27 y 29 de septiembre. También habrá un Punto Lila, para que San Teleco sea una fiesta libre de violencias sexistas.
Y ya se conoce el diseño que tendrá la camiseta de este San Teleco "2020+2", uno de los uniformes más habituales y un recuerdo de la fiesta que cada año llena el campus durante un día. Además, sobre el escenario actuarán diferentes DJs que pondrán la nota musical a la celebración.
Pero la fiesta no termina en el campus de la UVigo. La discoteca Queen de O Porriño pondrá el broche final a la fiesta oficial, para la que se han agotado las entradas a 8 y 10 euros, aunque todavía quedan disponibles las de 12 euros. Por supuesto, las calles de Vigo no escaparán a la celebración y la noche viguesa será otro de los puntos de referencia para los valientes que sigan la procesión de San Teleco hasta altas horas de la madrugada.