Un años de luces, como siempre, muchísimas luces (no solo de Navidad), con el regreso de la normalidad, la retirada de las mascarillas y la vuelta de los grandes conciertos a Castrelos y a escenarios históricos en desuso, como es el caso de Balaídos y el Muelle de Trasatlánticos.

Pero también de sombras que se materializan en el accidente marítimo más importante del último siglo en Galicia, con el fallecimiento de 21 personas en aguas de Canadá tras el naufragio del ‘Villa de Pitanxo’, y la tragedia de sus familias, que casi un año después siguen luchando por conocer la verdad sobre el suceso.

Enero

El año comenzaba tranquilo en Vigo, todavía disfrutando de su alargada Navidad y de los últimos coletazos del turismo de invierno en la ciudad. Para los vigueses, lo más importante era saber que a día 1 de enero el Barrio do Cura ya tenía precio: la nueva urbanización del mirador más impresionante del casco urbano estaba más cerca de hacerse realidad.

La Navidad, no obstante, seguiría copando titulares hasta finales de mes, cuando Gonzo preguntaba a Abel Caballero qué ocurre "cuando las luces se apagan" en su programa Salvados, en La Sexta.

Febrero

El mes se tiñó de negro y dejó de lado cualquier otra noticia tras conocerse el trágico naufragio del pesquero ‘Villa de Pitanxo’, con base en Marín, en aguas de Terranova (Canadá). El 15 de febrero se hundía el buque, acabando con la vida de 21 de los 24 marineros que viajaban a bordo, seis de ellos vinculados con la ciudad de Vigo.

En el lado positivo, la situación sanitaria comenzaba a mejorar, el Covid empezaba a dejar Galicia y la alegría parecía volver a las calles, por fin, tras dos años de pandemia y restricciones que parecían no acabar nunca.

Marzo

Con la mejora de la situación sanitaria en la ciudad, el Concello decidió recuperar, tras dos largos años de parón, su fiesta más emblemática: la Reconquista de Vigo volvió a llenar las calles de música, choripán y vigueses que trataban de expulsar hasta al último soldado francés del Casco Vello.

Mientras tanto, en la otra punta del país comenzaba el mediático juicio contra Santi Mina, jugador del Celta de Vigo, acusado de haber abusado de una joven en Mojácar (Almería).

Abril

En el mes de abril, también después de dos años sin poder celebrarse, la media maratón Vig-Bay regresaba a la ría de Vigo, en una multitudinaria edición. Pocos días después, tras muchas deliberaciones, el país decía por fin adiós a las mascarillas que nos acompañaron durante 24 meses, aunque en la ciudad de Vigo la medida tardó un tiempo en hacerse efectiva por completo.

El último día de abril, veinte años después, prescribía el caso que investiga la muerte de la joven Déborah Fernández-Cervera, que desapareció y falleció en 2002. Finalmente, tras dos décadas de lucha e insistencia, su familia veía cómo se investigaba al exnovio de la viguesa, principal sospechoso de su muerte al que todavía se sigue investigando.

Mayo

Sin duda, la noticia que marcó el mes de mayo en toda Galicia fue el cambio en el Gobierno de la Xunta, que pasó a manos de Alfonso Rueda para que Alberto Núñez Feijóo pudiese presidir el PP nacional y convertirse en el líder de la oposición.

Para Vigo, no obstante, hubo dos visitas clave que revolucionaron la ciudad: el rey emérito aterrizaba en Peinador para visitar su querido Sanxenxo y su hijo, Felipe VI, presidió a finales de mes la inauguración de la esperadísima Ciudad de la Justicia.

La nota triste la puso el fallecimiento del escritor Domingo Villar de forma repentina, dejando huérfana la novela negra viguesa y a una nutrida legión de seguidores que lloraron su muerte con emotivos homenajes por toda la ciudad.

Junio

La renovación del entorno de Samil y la reconversión de uno de sus emblemas en el Hotel Attica21 de Vigo se convirtió en una de las noticias más visuales y más queridas de los vigueses, que pudieron entrar en el nuevo edificio de la mano de Treintayseis.

La otra gran sorpresa del mes de junio fue el golpe al narcotráfico que dieron un juzgado de Vigo y la Guardia Civil: 59 detenidos y 47 ‘narcolanchas’ incautadas en varias localizaciones de O Salnés en una de las operaciones más importantes contra el tráfico de estupefacientes de los últimos años.

Julio

La normalidad llega en forma de grandes conciertos, por fin, a la ciudad de Vigo. Con la entrada del verano vuelven los eventos multitudinarios al Auditorio de Castrelos, arrancando con un Serrat impresionante que cerraba su carrera musical haciendo también parada en la urbe olívica.

Tras él, un ya histórico Sebastián Yatra reunía a 60.000 personas en el conocido parque, según el alcalde. No fue menos Bryan Adams, que tocaba en As Travesas a mediados de mes haciendo antes una "parada técnica" en una cafetería del barrio, al que enamoró por su cercanía y, por supuesto, por su indiscutible talento.

Agosto

A pesar de que el mes empezó con la colocación de las primeras luces de navidad, pronto la ciudad volvió a su ritmo veraniego habitual, que se traduce en este caso en el inicio de una obra histórica para la ciudad: arrancaban los trabajos de construcción del ascensor HALO.

Castrelos, por su parte, seguía llenándose gracias a Sting, Dani Martín y sus éxitos inolvidables y los incombustibles Hombres G. Mientras, el Puerto se llenaba de jóvenes deportistas con el regreso de O Marisquiño.

La Xunta, con motivo del Xacobeo 21-22, recuperó también el Muelle de Trasatlánticos, que acogió en agosto dos de los conciertos de mayor éxito de este verano: el Festival Latitudes con Iggy Pop y el cantante C Tangana, que logró revolucionar la ciudad en una noche histórica.

Septiembre

Para no perder comba, y volviendo a recuperar uno de los escenarios más emblemáticos de la ciudad, el Xacobeo 21-22 trajo a los británicos Muse a Balaídos: el estadio se convirtió de nuevo en auditorio para un público que no daba crédito al momento histórico que estaba viviendo.

Mientras el verano quedaba atrás, no obstante, la situación de la sequía en Galicia empeoraba tras varios meses sin lluvias, obligando a Vigo y su comarca a tomar medidas contra la escasez de agua.

Octubre

La Feria Internacional de Productos del Mar Congelados Conxemar se recuperaba en octubre del parón de la pandemia con récord de visitantes, en una edición que volvió a "colapsar" la ciudad de Vigo gracias a la cita más importante del sector.

En el centro de la ciudad, como una suerte de homenaje casual, se instalaba un "PezSeto" que quería hacer la competencia al ya famoso DinoSeto, como parte de la fase final de la instalación de las rampas mecánicas de la Gran Vía.

Noviembre

A pesar de que, oficialmente, el renovado Palacio de la Oliva se estrenaba el 2 de diciembre, a mediados de noviembre ya se pudo disfrutar de un primer concierto en el nuevo espacio, que recupera un edificio histórico del Casco Vello de la mano del chef Pepe Solla.

El hito más importante del mes de noviembre en Vigo, no obstante, hay que reconocer que es el mediático encendido de luces de Navidad, al que acudieron miles de personas que no se dejaron asustar por la lluvia y que disfrutaron en directo de los vítores de Abel Caballero.

Diciembre

El último mes del año comenzó con un regreso histórico: Zara volvía a la calle Príncipe en un impresionante edificio, tras rehabilitar el espacio que ocupaba C&A. En el extremo opuesto de Urzáiz, en Vialia Vigo, abría por fin la Estación intermodal, no exenta de polémica y disputas entre el gobierno local y la Xunta.

El año se cerró de la mejor forma posible, cuando cayó el Gordo de la Lotería de Navidad en la administración de Gran Vía 178, además de repartirse entre otras localidades de Galicia.