El biólogo Carlos Barros en la Antártida con un cartel de Sanxenxo.

El biólogo Carlos Barros en la Antártida con un cartel de Sanxenxo. cedida

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Sanxenxo (Pontevedra) deja su huella en la Antártida

El biólogo Carlos Barros, natural del municipio, está en el continente helado con un proyecto del CSIC para estudiar los efectos del cambio climático a través del comportamiento de los pingüinos

21 febrero, 2023 19:32

Estudiar los efectos del cambio climático a través del comportamiento de colonias de pingüinos de la Antártida en distintas fases vitales ha llevado al biólogo y veterinario, Carlos Barros, vecino de
Sanxenxo, a 12.554 kilómetros de su municipio natal. La oportunidad de participar en un proyecto con el CSIC le llegó a través de su trabajo como conservador de aves en el Oceanogràfic de Valencia.

El trabajo se repartió en tres fases de unos 20 días aproximadamente cada una de ellas, en las que se analizaron tres clases de pingüinos presentes en el continente para conocer cómo el calentamiento global está afectando a sus funciones vitales. "Son unos auténticos bioindicadores y centinelas del cambio climático. Son más sensibles que cualquier otra especie y eso nos permite en muchos casos a tomar medidas con cierta antelación", explica Barros.

A lo largo de más de 60 días comunicándose casi a diario con su familia de Sanxenxo, Barros tuvo la idea de fijar a su municipio natal en una rosa de los vientos que hay en Isla Decepción, el punto concreto donde se ubica. En la placa decidió anotar los kilómetros que lo separaban de sus seres queridos.

"En periodos vacacionales y siempre que puedo vuelvo a Sanxenxo, donde tengo a mi familia, y visito mi playa desde la infancia, Panadeira. Sanxenxo es un lugar privilegiado para vivir, un paraíso", asegura el biólogo.

Carlos Barros instalando la rosa de los vientos en Isla Decepción.

Carlos Barros instalando la rosa de los vientos en Isla Decepción.