Ni Salamanca, ni Mallorca, ni el sur de España. Vigo es uno de los mejores destinos para celebrar despedidas de soltero, aunque no haya soltero. Si no que se lo digan a Juan, a Jose, a Ángel, a Diego, a Fran, a Adrián, a Javi, a "Sore", a "Pahíto", a "Mejo" y a "Mile", un grupo de amigos que no renunció a vivir la que le habían organizado a David, aunque él prefiriese la opción de acudir a ver la Fórmula Uno en Cataluña.
Para devolverle el "feo" sus amigos le obligaron a "fregar" platos, a "tirarse" por los setos e, incluso, a "subirse" a un Vitrasa. Por suerte para el futuro novio, no a él, sino a su recreación -a color y a tamaño "casi" natural- en cartón, que ayer domingo dio más vueltas que la noria de la Navidad viguesa. También pasó por Balaídos, al encuentro para sellar la permanencia en primera de los vigueses. Por allí también "voló" entre la afición, se "bebió" alguna cerveza e incluso se coló en algún selfi con C. Tangana.
"Él contaba con que el Celta se hubiera salvado mucho antes y que la grada -en alusión al antiguo Marcador- no abriera", cuenta Juan, uno de los artífices de la despedida. "Como quería ir a ver la Fórmula Uno antes de que Alonso, Hamilton y todos estos dejasen de correr, cogió entradas para Cataluña", añade el amigo, todavía ‘indignado’: "Como está tan ocupado y tiene una agenda de ministro, pues dijimos, ‘nada, le hacemos una foto más o menos a tamaño real y nos lo llevamos a comer por ahí'".
"Estuve en Balaídos, no presencialmente, pero sí gracias a mi doble"
David Fernández, el futuro novio, se defendió de las "acusaciones" de sus amigos de toda la vida: "A mí me gustan mucho los coches y el Celta. ¡Nunca pensé que el Celta se iba a jugar el descenso el mismo día!", se justificó el vigués. "Pero, mira, ¡estuve en Balaídos, al final", añade entre risas.
Cuando estaba en la ciudad condal, la "víctima" de esta nueva modalidad de despedidas a distancia comenzó a recibir decenas de notificaciones en su móvil: "Me etiquetaron en 200 fotos. Me reí mucho, me pareció muy original", confesó el vigués. "Creo que allí quedó mi doble, en Balaídos, con la resaca pospartido", añadió.
Pese a todo, David espera que sus amigos tengan a bien celebrar con él una despedida presencial: "Tengo esa esperanza. También de que recuperen a mi doble para la boda, aunque ahí también estaré yo, si no igual tengo un problema", concluye entre risas.