Carlota Corredera (Vigo, 21 de julio de 1974) regresó a su ciudad natal para amadrinar dos proyectos: La ilusionante puesta de largo de la agencia Mardy Bum y el sorteo solidario de la Asociación Parkinson Vigo. Asegura que es "fácil" obtener de ella un sí cuando en la pregunta se menciona Vigo. Además, tras su salida del universo Mediaset, cuyos posibles motivos siguen acaparando titulares, la viguesa -que todavía no se ha pronunciado con rotundidad al respecto- se encuentra inmersa en un proceso de reinvención profesional y de trabajo en la productora que comparte con su marido para que vean la luz nuevos documentales.
Pregunta: De vuelta en Vigo. Como usted suele decir: Su paraíso.
Respuesta: Vigo es paraíso, es refugio. Yo siempre que estoy aquí es un poco como volver al vientre materno. Me siento siempre a salvo.
P.: ¿Cómo se encuentra actualmente?
R.: ¿Aparte de resfriada? (Ríe) Pues mira, muy ilusionada. Tengo muchas ganas de arrancar. Aparte del proyecto Superlativas -su podcast-, que ya está en marcha y del que tengo muchas ganas de retomar las grabaciones, algo que ocurrirá, espero que pronto; también tengo entre manos varios proyectos televisivos que no son de presentar, sino de dirección de documentales. Todavía no te puedo contar pero, en cuanto pueda, lo contaremos. Tengo una productora con mi marido que se llama Al Alba Audiovisual y ahí estamos. Después de haber estado tantos años bajo el ala de la empresa, tanto de La Fábrica, como de Mediaset, pues ahora estoy reinventándome y reiniciándome, a los 49 años.
P.: ¿Qué le ha llevado a amadrinar el proyecto de Mardy Bum?
R.: Mardy Bum me contactó a través de amigos que tengo en común con los chavales que están al frente. Es muy fácil que yo diga que sí cuando alguien pronuncia la palabra Vigo. Es gente que es emprendedora y yo también lo soy ahora. Creo que es algo que nos pasa a todos los gallegos, pero en Vigo somos muy de ayudarnos, aquí y fuera. No puedo acudir a todo, pero, fíjate, hoy -por el pasado jueves- estoy con la agencia, y mañana -por el pasado viernes- estaremos en una rifa solidaria de la Asociación Parkinson de Vigo. Hemos podido cuadrarlo. Cada vez que vengo mi prioridad es mi familia, pero, siempre que puedo hacer huecos, como para esta fiesta, pues encantada de venir y de estar de "farra" en Vigo. Cualquier empresa, marca, como la de esta agencia, que ponga a Vigo en el mapa y cuya actividad suponga movimiento y trabajo para Vigo, pues yo me apunto.
P.: En esta nueva etapa, ¿la podremos ver entonces más por Vigo?
R.: Yo es que no he dejado de venir nunca. Aunque llevo fuera desde el año 98, todos los veranos estoy aquí, mínimo, un mes, y, cada dos meses o así, me escapo. Yo estoy encantada de venir y mi madre más, claro, de que venga.
P.: Mencionaba su pasado con Mediaset y, al filo de esto, en las últimas semanas se han ido publicando titulares sobre su salida de la empresa. No sé si usted cree que, una vez que hable y explique los motivos, cesarán las informaciones.
R.: Yo entiendo que es un tema que puede generar interés, cierto morbo, el hecho de que se aclaren las circunstancias bajo las que yo salí de Mediaset. Yo ya he contado que no se ha contado. Yo espero que, algún día, lo pueda contar. También dije que se trataba de una historia que tendría que ser reposada y en eso estoy. Al final han sido muchos años y se ha tratado de una salida complicada, dolorosa, y también me estoy recomponiendo de alguna manera. También tengo asumido que, hable o no hable, se va a hablar. Es algo que yo no puedo controlar. Yo me dedico al mundo de la comunicación e intento, en mis entrevistas, pisar los charcos justos. Hace poco conté cosas que tenían que ver con mi situación económica y empezaron a salir titulares en los que, poco menos, se decía que yo era una homeless. ¿Que no me haya rica en la tele significa que sea pobre? No. Tampoco he dicho que esté pasando por momentos económicos complicados. La gente tendrá que asumir lo que escribe, lo que firma y lo que titula, pero creo que los medios tenemos que mirarnos un poco las costuras y valorar qué estamos haciendo.
P.: ¿Le molesta que se hable tanto de usted?
R.: No, ¿sabes qué pasa? Yo entiendo que lo que hago lo comparto y tengo que asumir que hay una esfera pública de mi vida. Que te afecte o no… ¡Hombre! Cada vez te afecta menos, pero al principio es verdad afecta más. Me llevaba disgustos, pero vamos, no porque hablasen de mí, sino porque lo hiciesen de Sálvame, cuando era directora. Al final tienes que saber que esas cosas van en el sueldo, siempre que haya un respeto, claro. Tú puedes opinar de mí, pero ni me insultes, ni me faltes. Pero muchas veces esa línea roja se ha traspasado.
P.: Si por algo se ha caracterizado Telecinco y el universo Mediaset es por haber puesto vetos, quitarlos, dar giros de 180 grados a sus contenidos, recuperar personajes del pasado… Usted, llegado el momento, ¿se plantearía volver?
R.: Yo no me puedo cerrar puertas en ningún lugar porque no soy dueña de ninguna cadena. Si algún día me comprase una y pudiese decidir yo la programación…Pues sería otra cosa. Como digo, yo no me puedo cerrar puertas, pero siendo consciente de que yo Mediaset no lo siento como mi casa. Ahora mismo no lo es, pero quién sabe lo que pasará. La vida me ha enseñado que da muchas vueltas. Yo, desde luego, por cómo ha sido mi trabajo en Mediaset, tengo la conciencia muy tranquila.
P.: Los meses de septiembre y octubre son para volver a comenzar. Antes me comentaba que estaba inmersa en nuevos proyectos, entiendo que en eso está, en diseñar esta nueva etapa.
R.: En la tele se empiezan siempre las temporadas en dos ocasiones: En septiembre y en enero. Pero, yo lo que estoy aprendiendo desde fuera de una redacción y un programa diario es que hay un montón de productos y formatos distintos. Todo ha cambiado mucho por las plataformas y en cuanto al consumo de la tele. Eso de que las temporadas empiezan en una u otra etapa está un poco más diluído. Hay gente que arranca proyectos en noviembre, otra en febrero… El consumo por parte de los jóvenes ha cambiado muchísimo y si no queremos perder ese público hay que replantearse el tipo de televisión generalista que estamos haciendo. Los jóvenes no nos ven y, cuidado, porque son el futuro. Si no nos adaptamos a lo que demandan, ¿qué futuro nos queda?
P.: Volverá a dar clases este año a futuros profesionales de la comunicación.
R.: Sí. Ya he dado clases. De hecho, me hubiera gustado mucho ser profesora. Creo que todos los profesionales que estamos en activo deberíamos dedicar un tiempo al año a transmitir nuestro oficio y los conocimientos que tenemos. A mí lo que me gusta trasladarles es que no permitan que nadie les diga que no lo van a poder conseguir. Me gusta transmitirles mucha ilusión. Yo cuando empecé en esto había unas tasas de paro altísimas y todo el mundo estaba obsesionado con que no íbamos a poder ejercer el periodismo cuando terminásemos la carrera. También avisarles de los peligros, porque esta profesión es muy vocacional y en ella es muy complicado encontrar el equilibrio entre la vida personal y la profesional.
P.: Dijo en su podcast que Superlativas era la primera piedra del periodismo al que le gustaría dedicarse. ¿Por dónde va a discurrir ese estilo periodístico?
R.: La tele y el periodismo que me gustaría seguir ejerciendo es feminista y comprometido. Quiero aprovechar el altavoz que tengo en el medio que sea y en el formato que sea para continuar siendo la voz de una causa con la que estoy comprometida. Creo que todo lo que tenga que ver con la comunicación se tiene que hacer con perspectiva de género y, el que no se suba a ese carro, se va a quedar completamente atrás.
P.: Se reivindica como feminista, viguista y una persona muy intensa, pero, ¿con qué bandera se quedaría si solo pudiese enarbolar una?
R.: No puedo quedarme solo con una bandera. Soy todo eso que has dicho y muchas cosas más. Soy muy viguista, muy intensa, muy feminista y muy apasionada.
P.: Es, además, viguesa distinguida. Siempre que tiene ocasión presume de Vigo, ¿qué tiene su ciudad que le hace estar tan orgullosa de ella?
R.: Yo me he criado en un entorno muy viguista: Con unos padres muy orgullosos de ser de Vigo y unos abuelos muy orgullosos de ser de Vigo. He crecido con el sentimiento de que lo nuestro es lo mejor. Puede que esto sea un poco chovinista, pero más allá de esto está el amor a lo tuyo, a tus raíces, a tu mar. También es verdad que al estar fuera de Vigo desde los 18 años creas como una idealización de tu ciudad, de tu casa, de tus recuerdos… Porque al final es el lugar en el que quieres volver a ser feliz otra vez. Yo veo la ría de Vigo y me emociono. Ser de Vigo y no presumir de ello sería una desgracia.
P.: ¿Volvería a vivir en Vigo?
R.: En este tema tenemos un problema. A mi marido, que es del norte, el clima del norte no le convence, entonces tenemos ahí unas disputas que solventaremos, no te preocupes (ríe). Aunque ahora no esté en mi cabeza instalarme aquí, sí que tengo claro que acabaré mis días al lado del mar y ojalá sea el mar de mi casa.