Rayan los últimos minutos del día, la luz sobre la ría de Vigo es ya anaranjada y el agua refleja un sol que se despide hasta el día siguiente. Las islas Cíes, fieles testigos de este momento, sirven de marco incomparable para una puesta de sol que, sin duda, quedará grabada para siempre en la retina de aquel que la vea.

Las Rías Baixas, cercadas por el Parque Natural das Illas Atlánticas, ofrecen algunas de las puestas de sol más impresionantes del oeste peninsular, en donde la línea de costa no es el último obstáculo que se encuentra Lorenzo cuando se esconde tras el horizonte. En las rías de Vigo, Pontevedra y Arousa son las pequeñas islas las que ejercen de último "tropiezo" y ofrecen un horizonte diferente para cada puesta de sol que la convierte en inigualable. 

Desde casi cualquier punto de la ría de Vigo se puede disfrutar de las últimas luces del día observando las islas Cíes, en un espectáculo casi mágico que los vigueses sienten como propio. Sin embargo, este singular espectáculo de cielos anaranjados y reflejos dorados sobre la ensenada de San Simón se observa mejor desde uno de los miradores panorámicos más conocidos de la comarca viguesa: el mejor banco del mundo, en Campo da Rata (Redondela), podría ser perfectamente la mejor puesta de sol de las Rías Baixas. 

Naturaleza aislada

Uno de los encantos del mirador de Campo da Rata es, precisamente, que se encuentra alejado de cualquier población, por lo que ofrece un entorno silencioso y tranquilo para disfrutar del espectáculo de la puesta de sol en soledad (o en pareja). Para llegar se puede aparcar relativamente cerca, en el merendero que hay poco después del restaurante Coto del Águila, en Redondela. 

Tras dejar el coche, que se puede acercar incluso un poquito más, se camina por un sendero hasta el mirador y se podrá disfrutar de las increíbles vistas sin preocuparse por el ruido o la contaminación lumínica. El único problema es volver al coche una vez se haya hecho de noche, porque el camino es un poco "escarpado". 

Otros miradores de la ría

Desde otros puntos de la ría de Vigo se pueden observar también espectaculares puestas de sol, con las islas Cíes de fondo y el Océano Atlántico como fiel espectador del final del día. Es el caso de las vistas de Playa América, en Nigrán, donde la inmensidad de la playa y su arena blanca contrastan con el fondo oscuro del mar, que se vuelve casi negro con las últimas luces del día.

En la parroquia viguesa de Oia, en Cabo Estai, se viven también algunas de las puestas de sol más hermosas, viendo cómo el mar rompe contra las rocas mientras el sol se esconde tras las Cíes. El mirador del Monte Cepudo es otra opción para ver la panorámica de la ciudad mientras se esconde Lorenzo, que en este caso podrá hacerlo claramente tras las Cíes, que no se ven desde aquí como la última línea del horizonte debido a la amplia perspectiva que ofrece el mirador.