"Algunos describen las islas Cíes como un pedacito de Caribe en el Atlántico Norte, pero es una comparación perezosa: no hay ningún lugar así en las Antillas". Así de contundente es el periodista británico de The Times Chris Haslam, uno de los invitados por la Xunta para conocer el archipiélago este verano.

Según describe sus primeras impresiones, aparecen paisajes tan idílicos como Seychelles, Australia, California o Cerdeña, pero remarca que, según avanza por las islas, ya quedan atrás "las multitudes" al estar controlado el acceso a las islas. 

"Menos de 2.000 visitantes al día están autorizados a visitar las Cíes y la mayoría, conscientes de que disponen de ocho horas o menos para aprovechar al máximo su visita". Unas horas en las que, dado el tamaño de las islas, "se puede pasear por ellas y tener tiempo para bañarse, comer y tomar el sol".

Haslam se recrea en su visita al archipiélago después de recordar que la ría de Vigo fue escenario de una batalla marina que dejó un tesoro bajo las aguas de Rande y que Verne recogió en Veinte mil leguas de viaje submarino

"Pero el verdadero tesoro de la bahía de Vigo es mucho más fácil de encontrar", sentencia. Son las Cíes, que aparecen "al atardecer como montañas negras en un océano de oro".